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SABIDURÍA Y CONOCIMIENTO (A. J. Pollock)

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Duración: 7 minutos y 16 segundos

SABIDURÍA Y CONOCIMIENTO

 

A. J. Pollock

 

Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RV60) excepto en los lugares en que además de las comillas dobles ("") se indican otras versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito.

 

La sabiduría no tendría espacio para su ejercicio si no hubiera conocimiento. El conocimiento es positivamente peligroso donde no hay sabiduría.

 

El conocimiento consiste en información en cuanto a Dios y todas Sus obras, así como sobre todo lo que el pecado ha traído al mundo. Lo primero es deseable, lo segundo indeseable.

 

La sabiduría es la facultad que habilita al poseedor del conocimiento utilizarlo de manera que sea realmente útil, y evitar utilizarlo para lo que sería inútil o dañino.

 

  El conocimiento clama: ¡Yo sé!

  La sabiduría clama: ¡Yo edifico!

 

Sin embargo, nosotros debemos distinguir entre "conocimiento" y "conocimiento de Dios". " El conocimiento envanece". (1ª Corintios 8: 1). Nosotros crecemos en, o mediante, el conocimiento de Dios. (véase Colosenses 1: 10). El conocimiento de Dios llevaría seguramente a la humildad y la reverencia y al crecimiento de una constitución espiritual agradable a Él. En nuestro título nos referimos al "conocimiento".

 

La primera mención del conocimiento en la Biblia se encuentra en Génesis 2: 17 donde leemos, "Mas del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás; porque en el día que comieres de él, de seguro morirás". (Génesis 2: 17 – VM). Vemos allí, de manera preeminente, la necesidad de sabiduría. La mano de la desobediencia fue extendida, Eva tomó el fruto prohibido, — su esposo participó del pecado de ella, — nuestros primeros padres cayeron, y en su caída arrastraron a toda la raza humana. El conocimiento fue adquirido, pero no la sabiduría, y el conocimiento del hombre desde entonces ha sido su ruina, a saber,  conocimiento del bien, pero ningún poder para practicarlo; conocimiento del mal y ningún poder para resistirlo. Y desde ese día la supuesta sabiduría del hombre ha sido una consumada insensatez.

 

Escribiendo a la asamblea en Corinto, un lugar famoso por su erudición y tristemente célebre por su iniquidad, Pablo habla de la sabiduría de este mundo y de los príncipes de este siglo, todo lo cual perece. (1ª Corintios 2: 6). La verdadera sabiduría permanece. La cosa espuria perece. La sabiduría más elevada del hombre fue: crucificar a Cristo. Nunca se vio ni se verá un acto de semejante combinación de insensatez e iniquidad e injusticia en la historia de este mundo.

 

Entonces, ¿dónde comienza la sabiduría con respecto a los hombres? "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová". (Salmo 111: 10; Proverbios 9: 10). La sabiduría ocupa un lugar importante en la Escritura. En Proverbios 8 y 9 ella es personificada de manera notable, mientras que en 1ª Corintios 1 leemos que Cristo, "por parte de Dios, nos ha sido hecho sabiduría". ¡Qué notable es todo esto! (1ª Corintios 1: 30 – VM).

 

En el caso del bendito Señor, todo lo que ha consumado por medio de Su muerte y resurrección es la realización de la sabiduría. Hay un motivo para todo. Todo en este sentido es necesario. Una cosa más habría sido superflua; una cosa menos habría significado una cosa inacabada.

 

Ahora bien, En cuanto a aplicar esto a nosotros mismos, es muy notable que siempre que la sabiduría y el conocimiento vienen juntos en las Escrituras, la sabiduría siempre viene primero.

 

La primera mención de la sabiduría y el conocimiento juntos en la Palabra se encuentra en Éxodo 31 donde leemos, "Lo he llenado [a Bezaleel] del Espíritu de Dios, con sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano". (Éxodo 31: 3 – RVA).

 

Además, en la asamblea es notable que la sabiduría es puesta en primer lugar. Leemos: "Porque a uno se le da palabra de sabiduría por medio del Espíritu; pero a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu". (1ª Corintios 12: 8 - RVA).

 

Es triste el hecho de cuán peligroso puede ser el mero conocimiento. Hasta dónde puede llegar, cuando dicho conocimiento no está dirigido por la sabiduría, cuando podría escribirse: "Por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. " (1ª Corintios 8: 11).

 

La sabiduría siempre tiene en consideración la edificación. Pablo exclamó que él prefería hablar cinco palabras con su entendimiento para que otros pudieran ser enseñados, que hablar diez mil palabras en lengua desconocida, por muy vistosa que fuera esta última actuación.

 

Cuánto nos ahorraríamos si tuviéramos todo esto en cuenta. Los meros asuntos no alimentan el alma. Mucho de lo que puede ser interesante en privado no es necesariamente útil para la edificación pública. Las teorías y las especulaciones que van más allá del verdadero conocimiento deben, obviamente, ser mantenidas bastante alejadas; pero, incluso el conocimiento verdadero y correcto no debe ser usado en todas las ocasiones, sino tal como dirija la sabiduría.

 

Pablo mostró su sabiduría para con los creyentes Hebreos cuando él los alimentó con leche y no con alimento sólido. (Hebreos 5: 12-14); y, además, lo mismo en el caso de los Corintios, cuando él pudo decir: "Y yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niñitos en Cristo. Os di a beber leche y no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo, y ni aún ahora podéis". (1ª corintios 3: 1-3 - RVA).

 

Que el Señor nos ejercite más adecuadamente en cuanto al uso que hacemos de nuestros conocimientos. Nosotros podemos convertir el conocimiento en un instrumento de turbación e incluso de dolor para los santos. La sabiduría corregiría todo eso. Leemos, "La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía". (Santiago 3: 17). ¡Qué carácter!

 

¿Sentimos nosotros nuestra falta de sabiduría? Leemos: "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". (Santiago 1: 5).

 

Este es un tema vasto. Con referencia a nuestro bendito Señor, ¡qué tema! Cristo nos ha sido hecho sabiduría de Dios. ¡Qué espacio para la meditación! Al estudiarle a Él, ciertamente aprenderemos sabiduría. ¡Cuán rápido fallamos en estas cosas! Que el Señor nos de gracia.

 

        A. J. Pollock

 

 

Traducido del Inglés por: B.R.C.O. - Noviembre 2021

 

Otras versiones de La Biblia usadas en esta traducción:

 

RVA = Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial Mundo Hispano)..

VM = Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).

Título original en inglés:
"Wisdom and Knowledge", by A. J. Pollock
 Traducido con permiso

Versión Inglesa
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