EL REINO DE DIOS Y DE LOS CIELOS
Todas las citas bíblicas se
encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión
Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que,
además de las comillas dobles (""), se indican otras versiones
mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito:
De la revista "An Outline of Sound
Words." Vol. 41 – 50.
Este es un solo reino a lo largo de todas las edades, en cuanto a sus
principios fundamentales y a su constitución, pero es presentado en la
Escritura bajo aspectos y fases diferentes,
en sus diversas
representaciones y aplicaciones.
Dicho reino puede ser considerado como teniendo tres divisiones:
En primer lugar, sus aspectos,
considerados desde puntos de vista diferentes, tales como el Reino de Dios, el
Reino de los cielos, el Reino del Hijo y el Reino del Padre. En segundo lugar,
su constitución, sus características
principales; sus súbditos — es decir, los que entran en él y los que no entran;
la senda y la manera de entrar; las bendiciones y privilegios a ser disfrutados
en él. En tercer Lugar, sus fases,
pasado, presente y futuro.
Aspectos del Reino
Los cuatro nombres mediante los cuales estos
son presentados no son empleados para describir alguna diferencia esencial de
significado en la constitución o en el carácter del Reino mismo, sino más bien
para destacar las variadas aplicaciones o aspectos en los que es presentado con
referencia a circunstancias externas diferentes, o a diferentes personas a las
que se les habla. Por tanto, el Reino es presentado de manera general e inclusiva
al mundo en general como el Reino de Dios; a los Judíos es presentado dispensacionalmente
como el Reino de los cielos; y a los santos de la época actual es presentado de
una manera especial y confidencial como el Reino del Hijo y el Reino del Padre.
Por eso las frases Reino de Dios y Reino de los cielos, las cuales tienen el
mismo significado sustancialmente, a menudo son usadas indistintamente en los
Evangelios, tal como muestran claramente los ejemplos siguientes.
Reino
de los cielos
1. Mateo 5: 3.
2. Mateo 4: 17.
3. Mateo 8: 11.
4. Mateo 10: 7.
5. Mateo 11: 11.
6. Mateo 11: 12.
7. Mateo 13: 11.
8. Mateo 13: 31.
9. Mateo 13: 33.
10. Mateo 18: 3.
11. Mateo 19: 14.
12. Mateo 19: 23
Reino
de Dios
1. Lucas 6: 20.
2. Marcos 1: 14, 15.
3. Lucas 13: 28, 29.
4. Lucas 9: 2.
5. Lucas 7: 28.
6. Lucas 16: 16.
7. Lucas 8: 10; Marcos 4: 11.
8. Lucas 13: 18, 19; Marcos 4: 30, 31.
9. Lucas 13: 20, 21.
10. Lucas 18: 17; Marcos 10: 15.
11. Lucas 18: 16; Marcos 10: 14.
12. Lucas 18: 24; Marcos 10: 23, 24.
Al examinar
cuidadosamente los versículos arriba citados, se verá que los versículos
colocados uno al lado de otro están relacionados con los mismos acontecimientos
y a la misma enseñanza de nuestro Señor, respectivamente: es decir, tienen el
mismo significado, diferenciándose solamente en el modo de las circunstancias
en que son presentados.
Primer Aspecto: el Reino de Dios.
En esta perspectiva el
Reino de Dios es presentado en su aspecto más amplio y más pleno; y nos
presenta todo el gobierno de Dios a lo largo de los siglos. Todo el Reino de
Dios es visto así como originado y sustentado por el infinito amor, la infinita
sabiduría y el infinito poder de Dios mismo; incluyendo todas las formas y
acontecimientos de Su gobierno en cada etapa de la historia de los creyentes, desde
el principio hasta el fin del mundo. En su plena cualidad de completo, el Reino
de Dios incluye todo los demás aspectos.
Se trata del
término genérico de la serie completa de expresiones empleadas. Por eso vemos cómo
el término más inclusivo, "Reino de Dios", puede ser usado
indistintamente con los demás aspectos (como en los ejemplos arriba
presentados) porque lo mayor incluye a lo menor; así que en ciertos casos, lo
que es cierto acerca del Reino de Dios también debe ser cierto acerca del Reino
de los cielos, aunque en algunos otros casos este intercambio puede no ser
usado exactamente a la inversa.
Por lo tanto, de
manera general, es en este aspecto de Reino de Dios que el Reino es presentado
más comúnmente al mundo en general, en contraste con los reinos de los hombres
en la tierra. "Tu reino es reino por todos los siglos, y tu dominio
permanece por todas las generaciones". (Salmo 145: 13 – LBLA); "¡Cuán
grandes son sus señales, y cuán poderosas sus maravillas! Su reino es un reino
eterno, y su dominio de generación en generación". (Daniel 4: 3 – LBLA).
De todas las
formas de expresión usadas para presentar el gobierno de Dios, las palabras
"Reino de Dios" son empleadas más frecuentemente, sumando en total
unas 72 veces en los Evangelios, Hechos y Epístolas. Por otra parte, si son
añadidos los pasajes que contiene solamente la palabra "reino" y que
parecen tener exactamente la misma aplicación, tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento, tendremos alrededor de 101 referencias en total bajo este
apartado.
Segundo aspecto: El Reino de los cielos. En este aspecto, el poder gobernante
del Reino es considerado como
originándose y viniendo desde el cielo, y por tanto, es celestial en carácter,
aunque es ejercido en la tierra. Se trata del gobierno de Dios en la tierra
desde arriba en los cielos en contraposición al gobierno de los soberanos
terrenales en la tierra. "Jehová ha establecido su trono en los cielos, y
su reino domina sobre todos". (Salmo 103: 19 – VM); "Y lo que
mandaron acerca de dejar el tronco de las raíces del árbol, significa que tu
reino se te quedará seguro después que conocieres que gobiernan los cielos".
(Daniel 4: 26 – VM).
El Reino de los
cielos tiene una doble aplicación dispensacional; en primer lugar, el gobierno
espiritual e invisible de Dios en los corazones de los creyentes durante el
intervalo actual; y en segundo lugar, el reinado visible de Cristo en el
Milenio. En estas dos aplicaciones el gobierno es considerado como desde arriba
en los cielos, y por tanto, es llamado el Reino de los cielos. Teniendo de este
modo un evidente aspecto dispensacional, este aspecto es más limitado que el
aspecto más amplio del Reino de Dios, que cubre todos los períodos.
Otra
peculiaridad de este aspecto es que está especialmente representado en esta
forma a la nación Judía; principalmente en la perspectiva de su establecimiento
definitivo en la tierra, cuando los Judíos como nación, {el remanente}, serán
restaurados bajo el reinado del Mesías. Por eso nosotros no encontramos las
palabras Reino de los cielos en ningún otro libro de la Biblia sino sólo en el
Evangelio de Mateo, el cual está dirigido más particularmente a los Judíos, y
tiene un carácter Judío de principio a fin. En este Evangelio la frase aparece
33 veces. Pero es importante observar que si bien tiene esta especial
aplicación Judía, en una perspectiva de él, no se deduce de ello que este
aspecto es más Judío en carácter que los otros aspectos del reino, como a veces
erróneamente se presupone.
Es por motivos
obvios que el reino es presentado a los Judíos sólo en este modo particular de
la expresión. Un importante motivo era que los Judíos, los cuales siempre
estaban esperando un reino terrenal, y con razón, eran propensos a pensar que
el Mesías prometido podría ser un gran líder Israelita como Moisés, de origen
humano, y no el Hijo de Dios venido del cielo. Por consiguiente, era necesario
recordarles constantemente que aunque el reino de ellos en la tierra sería muy
bienaventurado, este iba a ser gobernado desde arriba en los cielos, el Reino
de los cielos; y que el Mesías de origen divino había de venir del cielo, tal
como Juan el Bautista testificaba, "El que de arriba viene, es sobre
todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que
viene del cielo, es sobre todos". (Juan 3: 31).
Tercer y cuarto
aspectos: el Reino del Hijo y el Reino del Padre. En el tercer
aspecto, Cristo el Hijo de
Dios aparece, tomando Su lugar como gobernante soberano del Reino encomendado a
Él desde el principio por Su Padre, cuando este es visto especialmente como
"Su reino". Todas las alusiones bajo este apartado, unas 21, se
refieren exclusivamente al Milenio, cuando Cristo asumirá Su poder y se sentará
en Su trono para reinar en la tierra. {*}
{*} Una excepción es la presentación
del reino como el "reino de su amado Hijo" en Colosenses 1: 13, al
cual incluso ahora nosotros hemos sido trasladados. (Nota del Editor de la
revista).
Así también los
cuatro pasajes en los que el Reino del Padre es presentado se refieren al
Milenio; y estos dos últimos aspectos son presentados a los santos, el círculo
íntimo de los creyentes seguros (no al mundo o a los Judíos), en los que vemos
al Señor amable y amorosamente asociando a Sus seguidores con Él mismo y con el
Padre en toda la gloria y honra de Su reinado milenial.
En cuanto a la constitución del Reino, esto puede ser
trazado haciendo mención de todos los pasajes que caen bajo las cuatro
subdivisiones arriba mencionadas.
Las Tres Fases del Reino
Dado que esta es
la
sección más importante del tema, y quizás la más difícil, sobre lo que mucho se
ha escrito, y con respecto a lo cual han sido albergadas tantas opiniones contradictorias,
es necesario extenderse más acerca de ello que acerca de cualquiera de las
otras secciones. Pero todo lo que se puede hacer ahora es presentar tres
definiciones abreviadas de estas fases, de la siguiente manera:
La Fase Pasada del Reino. El
anuncio introductorio del Reino como era presentado en el ministerio de Juan el
Bautista y de nuestro Señor, quienes predicaban arrepentimiento y salvación
solamente a los Judíos, en la perspectiva del reino que estaba por venir, que
en aquel entonces se decía que se había acercado (Mateo 3: 2; Mateo 4: 17).
Este era el "evangelio del reino" (Mateo 4: 23; Mateo 9: 35), y es
muy diferente del "evangelio de la gracia de Dios" que es predicado
ahora. (Hechos 20: 24).
La Fase Actual del Reino: una transición (en misterio).Es una etapa transicional
y parentética del Reino, durante la cual la
presencia visible del Rey está ausente; mientras ciertos resultados son
producidos mediante la predicación actual del Evangelio de la gracia de Dios a
todos, por medio del cual los creyentes son reunidos fuera del mundo, para ser
sometidos bajo el gobierno espiritual de Cristo en la iglesia, una etapa en que
los Cristianos nominales mezclándose con los verdaderos forman lo que comúnmente
es conocido como Cristiandad, lo cual representa — como un todo — la fase
actual del reino de los cielos.
La Fase Futura del Reino: su consumación. Es el reino anunciado y descrito
proféticamente visto anticipadamente
en poder y gloria reales especialmente en la tierra, cuando Cristo como REY De
REYES reinará con Sus santos en la tierra durante el Milenio.
Estas fases
constituyen tres épocas distintas en las que los rasgos característicos de cada
una son enteramente diferentes. Confundirlas juntas es la causa de mucho
malentendido y de mucha confusión. (De un
manuscrito antiguo).
Traducido del
Inglés por: B.R.C.O. – Junio 2019.-
Otras
versiones de La Biblia usadas en esta traducción:
LBLA = La
Biblia de las Américas, Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation,
Usada con permiso.
VM = Versión
Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por
Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).