Las Fiestas de Jehová - George
Christopher Willis
Capítulo
4
El
Día de Reposo
"Y acabó Dios en
el día séptimo la
obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo". (Génesis
2: 2).
"Guardarás el día
de reposo para
santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado… Acuérdate que fuiste
siervo en tierra de
Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido;
por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo".
(Deuteronomio 5: 12, 15). "Acuérdate del día de reposo para
santificarlo... Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar,
y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día". (Éxodo
20: 8, 11).
"Queda un reposo
para el pueblo de
Dios". (Hebreos 4: 9).
«Ese reposo protege de
los males,
Ni nube ni dolor mancha
allí,
La alabanza infalible
llena cada corazón,
Y el amor eterno reina».
El Día de Reposo es la primera Fiesta de
Jehová que nos es presentada en este maravilloso capítulo. Debido a que está en
primer lugar, nos llama a considerarlo de una manera especial, y podemos
entender que es muy importante.
En hebreo, "Sabbath" significa
"reposo", y debemos entender claramente que en la Biblia, ya sea en
el Antiguo Testamento o en el Nuevo Testamento, tener una participación en el
reposo de Dios es lo que caracteriza al pueblo de Dios. Este es su privilegio
especial. Como Dios dice, "En verdad vosotros guardaréis mis días de
reposo; porque es señal entre mí y vosotros". (Éxodo 31: 13). La forma del
reposo puede cambiar, como veremos, pero una participación en el reposo de Dios
es siempre la señal entre Dios y Su pueblo.
Dios estableció este reposo en el
principio en la creación. Dios reposó, y llamó al hombre a compartir Su reposo.
Es cierto que el pecado entró y estropeó el reposo de Dios, por lo que el Señor
Jesús dijo, "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo". (Juan 5: 17).
Más tarde, en Deuteronomio 5: 12 a 15,
vemos que el Día de Reposo fue dado como un memorial de la liberación de
Egipto.
Fue
incluido de nuevo
en la ley en el Monte Sinaí, no como un mandamiento moral, sino como una señal
del reposo de Dios en el principio.
En
Ezequiel 20: 12,
encontramos que el Día de Reposo fue dado como una señal, "Les di también
mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que
supiesen que yo soy Jehová que los santifico".
Vemos
así que el
Día de Reposo fue una señal del pacto de Dios.
Es
muy importante
que entendamos esto. El Día de Reposo dado a Israel fue la señal del pacto de
Dios con Israel.
En
Hebreos 8 vemos
que este antiguo pacto ha fenecido, y "lugar" ha sido buscado
"para el segundo", que es "un mejor pacto, establecido sobre
mejores promesas". Es muy importante que entendamos claramente que el
pacto entre Dios y el pueblo judío prescinde completamente de nosotros, y que
la señal de este pacto, (reposar en el día séptimo), no nos pertenece. Si
nosotros comprendemos claramente esta importante enseñanza de las Escrituras,
ello nos librará de la trampa de la enseñanza de los Adventistas del Séptimo
Día, y de todos los demás que procuran poner al pueblo del Señor bajo la ley.
Pero
hay más.
Nuestro reposo no está en este mundo. El Día de Reposo fue la señal de reposo
en este mundo, y el Señor Jesús es el Señor del Día de Reposo. El Espíritu de
Dios ha tenido el cuidado de mostrar en los cuatro Evangelios cuán a menudo Él
trabajó en el Día de Reposo. El Señor no mencionó el Día de Reposo en el Sermón
del Monte (Mateo 5, 6 y 7), donde Él presentó un resumen precioso de los
principios fundamentales adecuados para el Reino. El Señor Jesús pasó el Día de
Reposo en la tumba, una señal de la posición en que el viejo pacto está ahora.
Muchas
personas
procuran mostrar que el Día de Reposo es ahora el Día del Señor. Pero el Día de
Reposo era el séptimo día, — un reposo al final de la Semana, después de
terminado el trabajo. El Día del Señor es llamado en las Escrituras el Primer
Día de la semana, que para nosotros es el día más importante de todos los días.
Es el día de la resurrección. Muestra que encontramos nuestro reposo en la
resurrección. Encontramos nuestro reposo al principio de nuestra vida
espiritual, en lugar de encontrarlo al final de nuestros trabajos. Cristo dijo,
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar". (Mateo 11: 28). Nuestro reposo está en la Nueva Creación.
Algunos cristianos piensan que el Día del Señor es igual a los demás días,
porque entienden que nuestro reposo no está en este mundo. Pero ellos no
comprenden que las Escrituras claramente hacen una diferencia entre este día y
los siguientes seis días de la semana. Incluso el propio Señor ha escogido el
nombre de este día. Lo llama "el día del Señor". (Apocalipsis 1: 10).
Algunos nos dicen que significa, "el día de Jehová", del cual leemos
mucho en el Antiguo y Nuevo Testamento. Pero el griego dice otra cosa, y es una
palabra muy diferente. Esta palabra es usada sólo dos veces en el Nuevo
Testamento: "La Cena del Señor" y "el Día del Señor".
Así
que nosotros
debemos entender claramente la naturaleza del Día de Reposo. Era la señal
designada por Dios para buscar el reposo como resultado del trabajo bajo la
ley. Cuanto más entendamos esto, y entendamos que el Señor Jesús, el cual es
"Señor del Día de Reposo", ha anulado el primer pacto, más claramente
entenderemos que cualquier persona que procura ahora mantener la autoridad del
Día de Reposo judío, está en peligro de negar la autoridad, la dignidad y los
derechos del propio Señor Jesús.
Por
otra parte,
tengamos cuidado, debido a que no estamos bajo la ley sino bajo la gracia, de
no olvidar el pensamiento acerca del reposo del hombre y también acerca del
reposo de Dios. Como hemos señalado antes, el reposo es la señal especial del
Pueblo Propio de Dios. Cuando nosotros venimos a Cristo, Él nos da
reposo, y cuando tomamos Su yugo sobre nosotros, encontramos descanso
para nuestras almas. Para el siervo del Señor que está cansado en el
servicio de su Maestro, (no cansado de Su servicio), nosotros leemos
acerca de otro reposo, "Venid vosotros aparte… y descansad un poco".
(Marcos 6: 31), y allí, solo, en la presencia de su Maestro, lejos del ímpetu y
del trabajo, el siervo encuentra reposo y refrigerio, y sale aprestado de nuevo
para Su trabajo.
Y
en cuanto a los
santos que nos han dejado y están "con Cristo", ellos descansan
"de sus trabajos", están en el Hogar con su Señor en el Paraíso. (Ver
2ª Corintios 5: 8; Lucas 23: 43).
El
Milenio será una
etapa más de este reposo que Dios da, cuando Cristo reine por mil años y
Satanás sea atado, entonces se cumplirá la profecía. "¡Ya descansa y está
en quietud toda la tierra; prorrumpen los hombres en cánticos!" (Isaías
14: 7). El alarido de pelea ha desaparecido. El clamor de los oprimidos cesará,
y "el Sol de Justicia" traerá paz y abundancia a esta agotada tierra.
Ella guardará su Día de Reposo. Pero incluso esto no es el reposo
definitivo. El reposo definitivo es reposar de los trabajos espirituales en
medio de este mal, no sólo del pecado. Durante el milenio el pecado permanecerá
en este mundo. Satanás, aunque atado, será desatado de nuevo. El reposo Eterno,
— este interminable Día de Reposo de Dios, — nosotros lo disfrutaremos con el
Señor mismo en un día venidero, aunque ahora tenemos el privilegio de trabajar
para Aquel que ha dicho, "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo".
G. C. Willis
Traducido del Inglés al Español por B.R.C.O.
Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas
dobles
("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960
(RVR60.