La Biblia, sus 66 libros
en Pocas Palabras
L. M. Grant
Introducción:
Leslie
M. Grant, en su habitual estilo conciso y diáfano, ha expuesto lo
más destacado de cada uno de los libros de la Biblia. Los estudiosos de la
Biblia y los maestros por igual, encontrarán que estos esbozos serán muy útiles
al obtener un panorama general de las Escrituras. Es nuestra oración que el
Espíritu Santo usará estos esbozos para estimular a todos los que los lean a un
estudio más pleno y profundo de la Santa Palabra de Dios.
ANTIGUO TESTAMENTO
1 - GÉNESIS
"En el
principio creó Dios los cielos y la tierra."
(Génesis 1: 1)
Génesis
significa «principio». Este libro trata de
la creación y de la vida, y proporciona las semillas de todo lo que se
desarrolla después a lo largo de toda la Biblia. Relata, de manera hermosa, la
simplicidad de la vida temprana en la tierra, pero también el comienzo del
pecado y de la corrupción en el mundo. Hace resaltar el aborrecimiento y el
juicio de Dios con respecto al mal. Génesis simboliza la obra de Dios que da la
vida eterna al alma mediante el nuevo nacimiento, y la promesa del fruto en la
vida del creyente.
Encontramos
en este libro la historia de siete
destacados patriarcas:
En
Adán se ven lecciones de vida y muerte.
Es una figura de Cristo, puesto que los dos son cabezas de raza; pero hay un
contraste entre ellos por el hecho de que Adán murió, mientras que Cristo es
una Cabeza viviente.
Enoc nos enseña acerca del andar y del traslado
(arrebatamiento)
de los creyentes. Él caminó con Dios, y "por fe Enoc fue trasladado"
(Hebreos 11: 5 - Versión Moderna), un tipo de los creyentes que van a ser arrebatados
en la venida del Señor.
Noé ilustra la obra y la salvación. Sus obras
fueron obras de
fe. Fue salvado a través del diluvio para entrar en un mundo nuevo. Es una
figura de los creyentes que serán salvados a través de la gran tribulación e introducidos
en la nueva tierra en la cual Cristo reinará mil años.
Abraham
nos habla de fe y separación. Su altar
habla de la fe; su tienda, de la separación. Llegó a ser peregrino por
llamamiento de Dios.
Isaac
hace resaltar los principios de sumisión y perseverancia,
porque, en general, su vida fue una vida de obediencia y de conformidad a la
voluntad de Dios.
Jacob
ilustra la disciplina y la previsión. En su
relación con Jacob, Dios lo llevó a someterse y a que fuese un adorador
mientras se acercaba su muerte.
José
conoció en su vida el sufrimiento pero
también la gloria. Ofrece aún hoy un precioso ejemplo para la fe de los
creyentes.
2 - ÉXODO
"Dijo
luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto... y
he descendido para librarlos."
(Éxodo 3:7-8)
Éxodo
significa «salida». Su gran tema es la
liberación. Aquí encontramos a Israel que ha llegado a ser una gran nación,
pero en servidumbre de los egipcios, como esclavos. Dios ve la aflicción de su
pueblo, oye sus gritos y conoce sus dolores. Libera a Israel después de enviar
plagas terribles sobre Egipto.
En
el capítulo 12, los israelitas deben poner la
sangre de un cordero degollado, un cordero por casa, en los postes y en el
dintel de la puerta de cada una de sus casas. Esta sangre es una figura de
nuestra redención de la culpa de nuestros pecados por medio de la sangre de
Cristo. Luego, el mar Rojo se divide e Israel cruza a salvo antes de que las
aguas vuelvan sobre los egipcios y que éstos sean tragados y ahogados (Éxodo 14:26-28).
La travesía del mar Rojo por Israel es una imagen de nuestra redención, por
medio del poder de Dios, de la esclavitud del pecado y del mundo, una redención
llevada a cabo por medio de la muerte y resurrección de Cristo.
Una
segunda sección del libro comienza en el
capítulo 19. Trata de la ley dada a Moisés, así como de la construcción del
tabernáculo y de la institución de un sacerdocio especial en Israel. Aunque los
creyentes de hoy no estén en ningún sentido bajo la ley, no obstante, su promulgación
nos recuerda la autoridad de Dios establecida entre un pueblo redimido. El sumo
sacerdote es una figura de Cristo; la familia de los sacerdotes representa
ahora a todos los creyentes que forman la Iglesia de Dios. Habiendo sido hechos
sacerdotes, los creyentes adoran a Dios por medio del Espíritu, en vez de
hacerlo mediante formas exteriores inspiradas por la carne. El servicio del
tabernáculo también ilustra de manera hermosa la gracia por medio de la cual
Dios se ocupa continuamente de su pueblo, gozándose en tener a los creyentes
cerca de Él en virtud del sacrificio de Cristo.
3 - LEVÍTICO
"Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En
los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré
glorificado."
(Levítico
10:3)
Levítico
deriva de Leví, que significa «unido».
Este libro se ocupa de los principios santos de Dios al unir a Su pueblo a Él
como adoradores. Por consiguiente, encontramos en los primeros capítulos las
ofrendas necesarias para acercarse a Dios: el holocausto, la oblación, la
ofrenda de paz, la ofrenda por el pecado, la ofrenda por la culpa. Cada una de
ellas hace resaltar la sola ofrenda de Cristo en sus varios aspectos. El
sacerdocio también ocupa un lugar importante. Aarón es una figura de Cristo, el
gran Sumo Sacerdote; sus hijos son una imagen de todos los creyentes del
período (o dispensación) actual de la Iglesia, quienes son llamados "sacerdocio
santo", y "real sacerdocio" (1 Pedro 2:5, 9).
En
este libro hallamos también varias leyes. La
contaminación incapacitaba a alguien para acercarse a Dios hasta el tiempo en
que éste fuese limpiado por un medio indicado por Dios. Estaba prohibido comer
animales impuros, lo que simboliza el rechazo de aquello que es moralmente
inmundo. La lepra, imagen de la corrupción del pecado que obra en un individuo,
lo hacía impuro y le prohibía el acceso a Dios. Hay mencionados otros ejemplos
de inmundicias, y todas ellas simbolizan la inmundicia moral o espiritual. Ya
no observamos al pie de la letra estos mandamientos en cuanto a las cuestiones
de pureza, sino que tenemos en cuenta las lecciones morales y espirituales que
ellas nos enseñan.
El
capítulo 23 describe las siete fiestas de
Jehová que Israel debía guardar, no por propio interés, sino en adoración a
Dios. Estas fiestas acentúan la grandeza de la obra de Dios en el curso de las
diversas dispensaciones. El gran tema de Levítico es cómo el creyente puede
acercarse a Dios en santa adoración.
4 - NÚMEROS
"Como
lo mandó Jehová por medio de Moisés fueron contados, cada uno según su oficio y
según su cargo; los cuales contó él, como le fue mandado."
(Números 4:49)
Este
libro presenta el censo y el ordenamiento de
Israel en su marcha a través del desierto. Dios les dio instrucciones para el
servicio y la guerra, mientras iban de camino a la tierra de Canaán. Dios
atribuyó a cada uno un lugar particular, según a cuál de las doce tribus
perteneciera. Los de las familias de la tribu de Leví —los coatitas, los
gersonitas y los meraritas— ayudaban a los sacerdotes en el servicio del
tabernáculo. Vemos en estos detalles la gran sabiduría de Dios, quien no cesa
de ordenar todos los asuntos de la vida de los creyentes en el curso de su
historia. Como los israelitas, nosotros, cristianos, también experimentamos la
travesía de este mundo que encontramos como un desierto.
La
historia de Israel relatada en este libro
corresponde a casi cuarenta años de debilidad general, fracasos, quejas y
desobediencias. Estas características se repiten muy tristemente en la Iglesia
hoy. No obstante, el persistente cuidado y la fidelidad de Dios resplandecen
maravillosamente por encima de la flaqueza de Israel. Esto resalta en la
historia de Balaam (capítulos 22 a 24), en la cual Dios defiende a Su pueblo
contra todos los esfuerzos del enemigo por derribarlo.
Josué
y Caleb (Capítulo 14:6 a 9) son ejemplos
alentadores de inquebrantable consagración, en contraste con la desobediencia
general. Nos recuerdan con fuerza que no debemos contentarnos con permanecer
impotentes en las circunstancias de nuestras vidas cristianas. Nos conviene
apreciar el lugar que Dios tiene a bien asignarnos y el servicio al cual nos
llama, sin importarnos lo que los demás hagan a nuestro alrededor.
5 - DEUTERONOMIO
"Te acordarás de todo el camino por donde te
ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte,
para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no
sus mandamientos."
(Deuteronomio
8:2).
Deuteronomio
significa «repetición de la ley». Son
las palabras que Dios, por medio de Moisés, destinó a Israel antes de que
entrara en la tierra prometida, sin haber aún atravesado el Jordán. Examina
fielmente su historia, mostrando todo en la luz de la propia gloria de Dios. En
esa historia, muestra la aprobación de Dios por sus actos de obediencia y la
desaprobación divina a causa de su falta de fe y de su desobediencia. También
menciona la maravillosa gracia, la paciencia y la sabiduría de Dios en los
caminos de Su gobierno para con los israelitas. Así deben recordar que Dios los
ha conducido durante todo el camino. Lejos de exaltarlos, Él los humilló y los
puso a prueba en cuanto a si serían obedientes o no. Permitió que tuvieran
hambre, y los alimentó con maná a fin de que aprendieran a confiar en Él y en
su verdadera y suficiente Palabra.
El
libro también destaca e insiste en la
responsabilidad que tenía Israel de hacer diligentemente la voluntad de Dios y
de rendirle cuentas. En esto, nos hace pensar en el tribunal de Cristo. Puesto
que este libro abunda en detalles, nos recuerda que los detalles de nuestras
vidas son mucho más importantes de lo que nos gustaría pensar. Serán examinados
con mucha atención cuando comparezcamos ante el Señor en aquel día.
6 - JOSUÉ
"Yo os
he entregado, como la había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de
vuestro pie."
(Josué 1:3)
Josué
significa 'Jehová-Salvador', el mismo nombre
que Jesús en la lengua Griega. Este es un libro de conquista y victoria
combativas. Israel es visto tranquilamente dependiendo de Dios, no
precipitándose con impaciencia a la batalla, sino con tranquila deliberación
tomando cada paso como conducidos por la Palabra de Dios. Ellos entran en la
Tierra Prometida luego de cruzar en forma divina el río Jordán, un tipo de la
muerte y la resurrección de Cristo como unido con Su pueblo. Cada enemigo, por
su parte, debe ceder el paso al poder de Dios entre Sus ejércitos. Aunque hubo
dolorosos reveces para Israel debido a su falta de fe, con todo, el tema
general es el de la toma de posesión de la tierra que Dios les había dado, y
esto desposeyendo a sus enemigos.
El
libro se compara con Efesios en el Nuevo
Testamento, porque la tierra de Canaán habla de "lugares celestiales",
el presente bendito ámbito a donde los creyentes son llevados "con Cristo
Jesús". Nuestras bendiciones están en los lugares celestiales (Efesios
1:3); nuestra posesión está allí (Efesios 2:6); y nuestro conflicto también
está allí (Efesios 6:12). Y para que nosotros tomemos posesión apropiada de nuestras
posesiones, debemos vestirnos de "toda la armadura de Dios", por
medio de la cual resistir y derrotar las huestes de Satán, quien obstaculizaría
nuestro gozo de lo que es correctamente nuestro.
Por
consiguiente, la Palabra de Dios debe ser
nuestra meditación "de día y de noche" (Josué 1:8). Y Josué es un
tipo de "Cristo en Vosotros" (Colosenses 1:17), es decir, en todos
Sus santos, conduciéndoles en victoria sobre todo el poder del enemigo.
Permitamos
que, por medio de la fe, nuestros pies
se posen en esa buena tierra, y la hagamos nuestra por experiencia.
7 - JUECES
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"En
estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía."
(Jueces 21:25)
Jueces
es un triste contraste con Josué. Trata del
tiempo cuando una sucesión de Jueces sucedió a Josué como gobernadores de
Israel en su tierra. Pero su tema principal es el del fracaso de Israel en
tomar posesión de toda su tierra. En cambio, por la indiferencia o la debilidad
(o ambas), ellos no expulsaron a los enemigos de Dios, de modo que aquellos
enemigos a menudo, una y otra vez, llevaban a Israel a someterse a ellos. Una y
otra vez, por la desobediencia a Dios, fueron vencidos por enemigos, pero con
todo, en cada ocasión Dios, en maravillosa misericordia, levantaba un
libertador para ellos.
Esto
nos recuerda aquellos libros en el Nuevo
Testamento, tales como Gálatas y 1ª Corintios, escritos debido a la necesidad
de seria reprobación y corrección. Aunque nosotros podemos, en cierto grado,
estar disfrutando de la verdad pura de la Palabra viva de Dios, nuestra
herencia, — aquella gran tierra de los lugares celestiales con sus innumerables
bendiciones, — permanece en gran parte sin ser poseída por los santos de Dios.
La
falta de fe, la falta de energía espiritual, la
falta de genuino amor por Cristo, nos han dejado demasiado indiferentes a la
preciosa plenitud de las posesiones que son apropiadamente nuestras.
El
último versículo del libro de Jueces, citado
arriba, enfatiza la desagradecida independencia de Israel en aquellos días,
cada uno haciendo lo que bien le parecía. Un espíritu de insubordinación a la
debida autoridad dejará a cualquiera de nosotros igualmente estériles en cuanto
a prosperidad espiritual.
8 - RUT
"Respondió
Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti: porque a dondequiera que tú
fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y
tu Dios mi Dios."
(Rut 1:16)
El
nombre Rut puede significar 'satisfecha' o
'belleza', cualquiera de los cuales parece muy apropiado. Este es un libro
estimulante, escrito durante la época de los jueces, como una joya brillante y
resplandeciente puesta en un fondo muy oscuro. Noemí, quien con su marido e hijos
había salido de Israel, lugar de habitación que Dios les había fijado,
eventualmente está en Moab, privada de su marido y ambos hijos. Ella es un
retrato de la nación de Israel fuera de su tierra, desolada y sin esperanza.
Rut,
no obstante, su nuera, es una Gentil, una
Moabita, inhabilitada como tal de entrar en la congregación de Israel por diez
generaciones. Con todo, Rut es también un tipo de los Judíos, en el mismo lugar
degradado que los Gentiles , — no como el pueblo de Dios. Pero en ella vemos
una fe nueva, preciosa, humilde, despertada en el Dios de Israel, de modo que
si en Noemí se ve el estado desolado y sin esperanza de Israel, en Rut se ve la
nueva fe del remanente piadoso de Israel.
Y
Booz ("en él hay fortaleza"), varón
poderoso y rico, es un tipo del Señor Jesús. Él, por gracia, anima a Rut de tal
modo que finalmente, debido a que es un "pariente - redentor", ella
es traída felizmente a la comunidad de Israel por el matrimonio con él. Y Noemí
también comparte el gozo y la bendición del resultado de esto.
9 – 1º SAMUEL
"Y
Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su
estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el
corazón."
(1º Samuel
16:7)
Samuel
es el primero de los profetas que fueron
levantados por Dios debido al grave fracaso del sacerdocio. Los sacerdotes eran
sucesorios, no así los profetas; el de ellos era un llamamiento estrictamente
personal de Dios. Pero el fiel cuidado de Samuel para con Israel no fue
correctamente apreciado, y ellos exigieron un rey. Dios les permitió su propio
camino, y les dio la clase de rey que ellos desearon, Saúl, quien de hombros
arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo. Él comenzó bien, pero decayó
rápidamente en todo propósito de obedecer a Dios; y Dios decretó en el capítulo
15:26 que su reinado debía cesar.
En
el capítulo 16, David fue ungido rey por
Samuel, aunque aún no asumió el trono; porque Dios, le permitió a Saúl ocuparlo
por algún tiempo. Saúl se volvió con fiereza contra David, determinado a
matarle. En esto David es un tipo de Cristo, ungido como el rey de Dios,
sufriendo el rechazo, esperando pacientemente el tiempo en que Dios mismo
ordenará de tal forma los acontecimientos que él podrá asumir el trono.
Así
Dios permite en el presente a los gobiernos
humanos su dominio, mientras que Él ha determinado que sólo a Cristo se le
puede confiar el lugar de autoridad soberana en el mundo. El libro finaliza con
la triste historia de la muerte de Saúl y sus hijos. No se puede permitir que
el hombre en la carne permanezca.
10 – 2º SAMUEL
"El
Dios de Israel ha dicho, Me habló la Roca de Israel: Habrá un justo que
gobierne entre los hombres, Que gobierne en el temor de Dios."
(2º Samuel
23:3)
Este
libro describe el reino de David. Elevado
solamente al trono de Judá al comienzo, él reinó en Hebrón por siete años y
medio; luego también sobre las otras tribus de Israel por treinta y tres años
más. Él es un tipo de Cristo sometiendo gradualmente por medio de la conquista
a todas las naciones alrededor de Israel. Esto se ve particularmente en los
primeros diez capítulos.
Sin
embargo, desde el capítulo 11 en adelante
vemos un contraste triste y sorprendente con esto, pues el mismo rey David
fracasa por completo en representar a Cristo. Así somos enfrentados a las
dolorosas lecciones de su actuar contrario a los bienaventurados principios del
reino del Señor Jesucristo; y las consecuencias gubernamentales de esto son mostradas
de manera tal para impresionarnos profundamente con la fidelidad y la verdad de
un Dios que no puede ignorar la desobediencia de los Suyos.
Absalón
el hijo de David, con odio insensible para
con su padre, llega a ser un triste tipo de Anticristo, con unas apariencia y
personalidad atractivas, y palabras más blandas que la mantequilla. Dios, no
obstante, protege a David, y Absalón llega a un final humillante. Con todo, el
reino de David no recobró su vigor de los primeros días.
De
esta forma David, aunque verdadero creyente,
amado de Dios, nos enseña claramente que al hombre, incluso los mejores, no se
le puede confiar un lugar de prominencia y autoridad sobre los hombres. ¡Cuán
pertinente libro que advierte a los Cristianos contra buscar un lugar de
autoridad en el gobierno!
11 – 1º REYES
"Ninguna
palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado."
(1º Reyes 8:56)
Primero
de Reyes introduce el reino de Salomón
sobre Israel, un tipo del glorioso reino del Señor Jesucristo en su estado
establecido de paz y prosperidad milenarias, — no en sus conquistas poderosas.
Su riqueza y gloria han sido sin iguales en la historia. A Salomón se le
concedió el honor de construir el templo de Dios, un edificio de maravillosa
magnificencia, el centro de la adoración y la unidad de Israel. Dios nunca ha
autorizado, y nunca autorizará la construcción de ningún otro templo que no
esté en la misma ubicación.
Pero
Salomón fracasó tristemente en llevar la
responsabilidad de tal honor. Aunque era creyente, su vida personal degeneró
profundamente por matrimonios profanos y otros desenfrenos contrarios a la
dignidad real. Y cuando murió, el reino de Israel fue cruelmente dividido en
dos, con diez tribus rebelándose contra Judá y Benjamín. Esta escisión nunca ha
sido sanada ni lo será hasta que el Señor Jesús asuma el trono en Israel.
Luego
el libro se ocupa en gran parte de la
historia de la sucesión de reyes que gobernaron sobre Israel, las diez tribus,
en Samaria. Su reino pasaba de familia en familia a través de muchas
conspiraciones y rebeliones. Esto era totalmente contrario a Dios, obviamente,
y ninguno de estos reyes parece haber sido creyente alguna vez. Los reyes de
Judá (la línea de David) son mencionados también, pero con mucho menos detalle.
El profeta Elías aparece en el capítulo 17, un testigo severo contra la maldad
de Israel; y otros profetas también nos indican el hecho de los reyes que
demuestran un fracaso.
12 – 2º REYES
"Y los
hijos de Israel hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios,
edificándose lugares altos en todas sus ciudades."
(2º Reyes 17:9)
Este
libro continúa la historia de los dos reinos
separados, con el profeta Eliseo que substituye a Elías como testigo de Dios,
ambos de verdad y gracia. Otros profetas también dieron testimonio y sufrieron
por su fidelidad. El libro de Reyes da especial prominencia al ministerio de
los profetas, en contraste con los libros de las Crónicas dónde los sacerdotes
y los Levitas se hacen notar más a menudo.
Reitero,
no se encuentra a ningún rey creyente en
Israel (las diez tribus), a pesar de la gracia del profeta Eliseo. El aumento
de la maldad en Israel lleva a que la tierra sea invadida por el rey de Asiria,
quien los saca de su tierra y los lleva en cautividad. Desde esa época se ha
perdido de vista a las diez tribus, y Dios solo sabe dónde encontrarlas y
traerlas de regreso a su tierra, tal como Él lo hará en días venideros.
Judá
continuó en la tierra por algún tiempo más, y
los reinados de dos reyes piadosos, Ezequías y Josías, se yerguen de forma
hermosa en contraste con la tendencia general decadente. Con todo, ambos reinos
terminaron en la tristeza del fracaso humano; y con el tiempo, Judá fue llevado
cautivo por los Babilonios.
Este
es otro libro de solemne amonestación en su
aplicación a nosotros. Nuevamente enfatiza la equidad y la verdad al gobernar,
mostrando que el verdadero lugar del hombre es uno de sometimiento completo,
más que de prominencia y autoridad, las que en todo los casos demostraron sobrepasar
la capacidad de los hombres , —incluso de hombres piadosos, — a quienes les
fueron confiadas. ¡De qué manera todo esto clama por la venida del único
verdadero y fiel Rey, el Señor de gloria!
13 – 1º CRÓNICAS
"Oh
Jehová, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho toda esta grandeza,
para hacer notorias todas tus grandezas."
(1º Crónicas
17:19)
Este
libro es un resumen de las formas de la
gracia de Dios para con Israel con referencia, principalmente, al reinado de
David, el hombre según el corazón de Dios. Los dos libros de Crónicas son, por
lo tanto, similares a Deuteronomio, ya que son una revisión desde el punto de
vista de la gracia de Dios. El reino de Saúl ni siquiera es mencionado, sino
solamente su triste final en la batalla. Porque Saúl es un tipo del hombre en
la carne, que no puede recibir o ejemplificar nada de la gracia de Dios. David
es un tipo de Cristo, en quien aquella gracia es preciosamente manifestada.
Ninguna mención se hace de David reinando solamente sobre Judá, en Hebrón, por
siete años y medio; sino solo se menciona su reinado sobre todo Israel; porque
la gracia de Dios abarca a todo Su pueblo, no solamente a una parte.
Los
manifiestos males morales que afectaron la
casa de David son discretamente omitidos del relato aquí: el grave pecado de
David, el de Amón su hijo, y la orgullosa rebelión de Absalón. Por otra parte,
mucho se dice de los preparativos de David para Salomón de los planes y de la
gran provisión de materiales para la construcción del templo. Esto, también,
fue para la demostración de la gloria y la gracia de Dios.
Consecuentemente,
la historia de David es vista
aquí, no como una biografía del hombre, ni siquiera oficialmente como rey, sino
como un tipo de Cristo; de modo que se muestran aquellos acontecimientos en los
que resalta más notablemente este carácter.
14 – 2º CRÓNICAS
"Si se
humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra."
(2º Crónicas
7:14)
Aquí
se continúa con el resumen lleno de gracia de
los modos de obrar de Dios en relación con los reyes. El magnífico reino de Salomón
es visto aquí tipificando de forma hermosa el reinado del Señor Jesús en la paz
de la gloria milenaria. Por consiguiente, nada se dice de su grave desviación
del camino de obediencia a Dios; casándose con muchas esposas y siendo mal
influenciado por ellas.
Se
debe tomar nota, sin embargo, de la división
del reino en los días de su hijo Roboam, porque la gracia de Dios no deja a un
lado el gobierno de Dios. Se le prohíbe a Roboam intentar hacer volver de nuevo
a las diez tribus por la fuerza. Las diez tribus establecieron un nuevo centro
en Samaria y un nuevo rey, incluso no de Judá. Por consiguiente, ellos son
mencionados en este libro solamente en relación con la historia de Judá; ya que
la gracia de Dios sólo puede ser mostrada en relación con Su línea escogida, es
decir, la línea del verdadero Mesías, el Señor Jesucristo. Esto destaca
bellamente en las historias de Asa, Josafat, Ezequías, y Josías.
Una
revisión así, que magnifica de tal manera los
bienaventurados consejos de la gracia de Dios, es un precioso indicio del
carácter del tribunal de Cristo para el creyente. Si los libros de los Reyes
nos muestran la desagradable historia del hombre, Crónicas, por otro lado,
muestra de qué forma la gracia de Dios trasciende el pecado del hombre.
15 – ESDRAS
"Porque siervos somos; mas en nuestra
servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que inclinó sobre nosotros
su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para
levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en
Judá y en Jerusalén."
(Esdras
9:9)
Esdras,
que significa "ayuda", está
escrito por un escriba que lleva ese nombre, y es un relato de la obra
restauradora de Dios al traer de regreso a algunos de los Judíos a Jerusalén;
un primer grupo vino con Zorobabel (cap. 2:2), con el objetivo de reconstruir
el templo. Esta fue la orden de Ciro, rey de Persia, ya que, por esa época, los
Medos y los Persas habían conquistado el Imperio Babilónico. Ciro decretó que
los utensilios del templo (los había traído previamente Nabucodonosor) debían
ser devueltos al templo que estaba a punto de ser reedificado. Hubo estorbos a
la edificación, pero Dios, usando a los profetas Hageo y Zacarías, finalmente
permitió la terminación de esta, como lo muestra el capítulo 6:15.
Otro
grupo de Judíos volvió posteriormente con
Esdras durante el reinado de Artajerjes; y él, siendo un sacerdote de la línea
de Aarón, fue enviado tanto a ayudar en el servicio del templo reconstruido
como a establecer jueces y gobernadores que conociesen la ley de Dios para
gobernar la tierra.
Este
es un libro necesario para nuestros días,
cuando aquellos que desean un regreso a la verdadera adoración a Dios de acuerdo
con la Escritura pueden esperar oposición. No obstante, su fe será
recompensada, si son firmes y mantienen firmemente los verdaderos principios de
Dios.
16 – NEHEMÍAS
"Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y
enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a
nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza."
(Nehemías
8:10)
Nehemías
(significando su nombre "consuelo de
Jehová") escribe la historia de su relación con el remanente de la cautividad
que regresó. Él fue a Jerusalén casi trece años después que Esdras, conmovido
por las noticias que había recibido acerca del deteriorado estado de la ciudad.
Dios le dio gracia ante Artajerjes, rey de Persia, de quien era copero. Él
obtuvo autoridad para reconstruir las murallas de Jerusalén.
Hombre
de fe y energía y administrador capaz, él
pudo organizar a Los Judíos para el trabajo de reconstruir la muralla e
imbuirlos con la buena voluntad tanto de trabajar así como de pelear por los
intereses de Dios en la ciudad. Su firme decisión, su sabia forma de evitar las
astutas trampas del enemigo, y sus cortas, sinceras oraciones no pueden dejar
de atraer a todo lector interesado. Con todo, la influencia autoritaria del
gobierno persa se siente en todas partes y no puede ser ignorada.
Nehemías
es un libro especialmente útil en
nuestros días. Ilustra el hecho de que la verdadera fidelidad a Dios de parte
de Sus santos, y su propósito de corazón de construir una pared de separación
del mundo y sus maldades, enfrentará amarga oposición del enemigo. Con todo, no
obstante lo pequeño y despreciado que un testimonio tal pueda aparecer a los
ojos de los hombres, su firme y humilde fe en un día de confusión es preciosa
para Dios.
17 – ESTER
"Pues Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su
fama iba por todas las provincias; Mardoqueo iba engrandeciéndose más y más."
(Ester 9:4)
Ester significa "oculta", y el libro
trata de los Judíos durante el tiempo de su cautividad, lejos de su propia
tierra, ocultos entre las naciones, y sin embargo bajo el cuidado providencial
del Dios a quién ellos habían desobedecido. No obstante, el nombre de Dios no
se encuentra en este libro: Él también está oculto. Él no puede vincular
públicamente Su nombre con ellos, debido a que su dispersión es el castigo
debido a la desobediencia. Además, estos habían escogido permanecer en Persia a
pesar de que Dios les había abierto el camino para que volviesen a Israel:
ellos no tenían una real preocupación por volver al lugar que Dios les había
dado cuando otros lo habían hecho.
Con todo, aquí se contempla de forma hermosa Su
mano que se impone en misericordia y protección. Es un tipo de la bendición que
ha de venir a los hijos de Israel que ahora están dispersos, después de mucha
cruel aflicción y persecución.
La misma Ester nos puede recordar la belleza que
Dios ve en Su pueblo a pesar de su fracaso y alejamiento: Y Mardoqueo es un
tipo de Cristo, en primer lugar, protegiendo al rey Gentil de aquellos que complotaban
planeando su muerte; y luego al engrandecerse más y más entre los Gentiles,
habiendo estado anteriormente a punto de ser ahorcado.
Cuán bien esto ilustra, asimismo, los tratos de
Dios con cualquier creyente que se vuelve descuidado y desobediente en sus
caminos. Este no tiene una real comunión con Dios. No se goza en la presencia
del Señor, no obstante, el Señor se preocupa de él por medio de juicios que
tienen en vista su restauración en sometimiento al Señor.
18 – JOB
"De
oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me
arrepiento en polvo y ceniza."
(Job 42:5,6)
Job
(que significa "grito de aflicción")
es poético, y ha sido honrado desde hace mucho por su espléndido lenguaje. Es
evidente que Job vivió aproximadamente en la época de Abraham. Aunque era el
hombre más justo de la tierra, Dios permitió que sufriese intensamente bajo la
mano de Satanás. Sus tres amigos asumieron que para merecer un sufrimiento tal,
Job debía haber sido culpable de un oculto pecado flagrante, y en sus discursos
ellos buscan, suavemente al principio y luego más cruelmente, arrancarle una
confesión al respecto. Job alega su propia inocencia, y siente que los tratos
de Dios para con él no tienen ninguna razón de ser.
Sin
embargo, este preciso sentimiento indica el
motivo por el cual fue necesario que Dios derribase la orgullosa justicia
propia de Job.
Después
que se silencia a sus tres amigos, Eliú,
un hombre más joven, habla verdaderamente de parte de Dios palabras tales que
afectan de tal forma la conciencia de Job que le dejan sin respuesta. Eliú es
un tipo evidente del Señor Jesús, el Intérprete de los modos de obrar de Dios.
Entonces
Dios mismo habla a Job desde un
torbellino. Él señala a muchas maravillas de la creación que demuestran que la
sabiduría del Creador debe ser infinitamente más alta que el concepto del
hombre, y que en comparación, la sabiduría del hombre es una ignorancia
patética. Job toma en serio las lecciones envueltas en esto y dice, "me
aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza." Este es el gran punto
decisivo, y posteriormente Job es bendecido más que nunca. Job es un libro muy
valioso para enseñarnos el verdadero juicio de uno mismo y la sumisión a la
mano de Dios.
19 – SALMOS
"Bienaventurado
el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado."
(Salmo 1:1)
Salmos,
al igual que Job, es un libro poético, una
colección salida de las plumas de varios escritores inspirados por Dios , —
David, Asaf, Moisés, Hemán, Etán, y posiblemente otros que se desconocen. Sin
embargo, todo está arreglado en perfecto orden por la influencia del Espíritu
de Dios. Cuán llenos de consolación están ellos, tratando con los sentimientos
del corazón en todo tipo de circunstancias, trayendo la respuesta de Dios a
cada necesidad del alma.
Preeminentemente,
ellos hablan de Cristo, y aquí
encontramos Sus propios sentimientos, en Su preocupación por la gloria de Dios
y por la bendición de las almas; sufriendo como el humilde Varón de dolores,
como desechado entre los hombres; sufriendo la angustia de la cruz, el abandono
de Dios; en el gozoso resultado de aquella cruz; también la ira, contra la
maldad del hombre , — en efecto, sentimientos tan variados como las
circunstancias que Él tuvo que enfrentar. Considerar Sus sentimientos es un
bálsamo maravilloso para los sentimientos de nuestros propios corazones.
Debe
ser recordado, no obstante, que los Salmos
están escritos desde un punto de vista Judío, y la bendición de Israel, junto
con sus aflicciones, penas, y castigos, es lo más prominente en el libro. De
esta manera, es profético de la historia de la nación de Israel a través de todas
sus tribulaciones hasta que es establecida en la gloria del reino milenario.
Con todo, esto de ninguna manera resta mérito a las bendiciones espirituales a
ser encontradas allí para nosotros mismos: este es un libro de valores
infinitamente dulces y de consuelo para nuestras almas.
20 – PROVERBIOS
"Oirá
el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo, Para entender
proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos."
(Proverbios
1:5, 6)
El
libro de Proverbios también es profético,
escrito por el Rey Salomón en sus años más jóvenes, un libro de sabia
instrucción referente a cada aspecto de la vida y conducta personales. Su gran
y excepcional verdad es sencillamente esta: "El temor de Jehová es el
principio de la sabiduría." Sus advertencias contra males sutiles son
acompañadas por la instrucción en cuanto a los medios para evitar estos males.
Presenta
las cosas en su verdadera luz, de tal
forma que el lector pueda formar un juicio apropiado y claro. También va a la
raíz de los asuntos y muestra los motivos que producen ciertas acciones,
exponiendo así al lector la forma real de actuar de su propio corazón. Trata
con los pensamientos, la boca, los labios, la lengua, el oído, el ojo, la mano,
el pie, como estando todos relacionados con la conducta del individuo. Muestra
fielmente los resultados de los pensamientos, las palabras o las acciones,
buenas o malas; es decir, la cosecha de lo que se siembra. Y cuán claramente
enseña que solamente el verdadero conocimiento del Señor mismo puede preservar
el alma en las formas de la verdad.
Por
lo tanto, estas cosas son principios
apropiados del reino de Salomón, establecido en paz, y, por lo tanto,
estrechamente relacionados con los principios del Reino de Dios, como en Mateo
5, 6 y 7. El capítulo 25, no obstante, comienza con proverbios copiados por los
varones de Ezequías, y es, por tanto, una provisión de Dios para los tiempos en
que el reino estaba en un estado de división y ruina. De esta manera, ellos son
particularmente preciosos también para nuestro día en que el reino de los
cielos está en un estado de degeneración.
El
libro proporciona un excelente curso de
psicología.
21 – ECLESIASTÉS
"Luego fijé la vista en todas las obras que
habían hecho mis manos, y en todos los trabajos que yo me había afanado por
efectuar; ¡y he aquí que el todo era vanidad y correr tras el viento; y no
había provecho en nada debajo del sol!"
(Eclesiastés
2:11 – Versión Moderna)
Eclesiastés
("el predicador"), también
escrito por Salomón pero en sus años más avanzados, es un contraste asombroso
con Proverbios. Él expone, por inspiración de Dios, el resultado de toda
sabiduría humana, de las ventajas y aspiraciones terrenales, de toda la
indulgencia que la riqueza y la sabiduría podían conseguir y que podrían
mostrar la promesa justa de producir la suma felicidad en la tierra. Estando él
en posición de probar todo esto completamente , —más sabio y más rico que
cualquier otro hombre, — él aprende por amarga experiencia que "el todo
era vanidad y correr tras el viento."
Comentemos
cuidadosamente que esto es solamente
sacar ventaja de toda cosa material "debajo del sol", es decir,
considerar las cosas solamente desde un punto de vista terrenal. Por lo tanto,
nos enseña que, con la excepción de la revelación dada por Dios, la historia
del hombre es de miseria desesperada. ¡Cuán maravilloso contraste con la
presentación en el Nuevo Testamento del Señor Jesucristo, de Su revelación de
la gloria de Dios, de la herencia eterna de sus santos en luz!
Este
libro, entonces, no puede ser considerado
enseñando doctrinas como reveladas por Dios, sino como mostrando los
pensamientos y conclusiones del hombre aparte de la suprema revelación de los
pensamientos de Dios.
Por
lo tanto, esto sólo enfatiza más fuertemente
que debemos buscar mucho más alto la plena verdad que satisfará la necesidad
del corazón. Esta verdad es plenamente provista en la bendita Persona del Señor
Jesús, en quien es revelada la gloria de Dios, tal como se ve de forma tan
hermosa en el Nuevo Testamento. Pero Eclesiastés proporciona el mejor curso que
se puede obtener en cuanto a filosofía.
22 – CANTAR DE LOS CANTARES
"¡Mientras
que el rey se reclina a su mesa, mi nardo difunde su fragancia!"
(Cantar de los
Cantares 1: 12 – Versión Moderna)
Escrito
también por Salomón, este es un libro
poético que trata de la comunión personal del alma con el Señor Jesús. Siendo
muy figurativo en su lenguaje, este libro debe ser interpretado con piadosos
cuidado y sobriedad. El versículo arriba citado encuentra su hermoso equivalente
en el ungimiento del Señor Jesús por parte de María de Betania con su precioso
perfume de nardo puro, símbolo de la fragante adoración que deleita el olfato
de Dios.
El
profundo placer de la esposa al contemplar las
bellezas y glorias del Esposo es un refrescante retrato del eventual gozo de
Israel en el Señor cuando sean reunidos nuevamente en su tierra y restaurados
en un permanente favor en la era del milenio. Ciertamente esto tiene una
aplicación espiritual también ahora para la Iglesia, la esposa celestial de
Cristo; con todo, el libro no enseña ninguna relación eterna plenamente
establecida de la Iglesia con Cristo, como lo hace el libro de Efesios. Por lo
tanto, su ayuda para nosotros es principalmente en relación con experiencias en
cuanto a la comunión personal con el Señor.
El
deleite del Esposo en la esposa no es menos
precioso también, y es más asombroso en vista de sus muchas imperfecciones en
contraste con su Amado. Pero es la divina gracia la que le imparte una belleza
tal que regocija Su corazón. Es un libro para una tranquila y diligente
meditación en lo secreto de la presencia del Señor.
Pronto el
más profundo gozo nuestras almas llenará,
Pronto Tu
propio gozo lo excederá aún todo,
Pronto
nosotros Te veremos, para que tu extasiada esposa,
Pronto,
para Tu gran delicia, esté a Tu lado.
23 – ISAÍAS
"!!Cuán hermosos son sobre los montes los
pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas
del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: !!Tu Dios reina!"
(Isaías
52:7)
Isaías,
que significa "Jehová es salvación",
encabeza apropiadamente a los profetas, siendo más notable por sus conmovedores
temas evangélicos. Sin embargo, al igual que la Epístola a los Romanos este
libro comienza con la exposición severa y fiel de la culpabilidad del hombre
(la culpa de Israel, en el caso de Isaías), y utiliza condiciones imperantes en
esa época para tipificar sus profecías de condiciones y juicios futuros.
Los
primeros treinta y cinco capítulos muestran,
de forma general, los tratos de Dios con Judá, Israel, y las naciones, al no
permitir ningún encubrimiento o excusa para el pecado, sino exhibiéndolo en
verdad pura.
Luego
cuatro capítulos (36‑39) se ocupan de
historia, ilustrando al mismo tiempo la fidelidad de Dios en la protección de
Su pueblo, y el fracaso del pueblo en valorar correctamente las maravillas de
Su gracia.
Pero
el ministerio de la gracia soberana comienza
con el capítulo 40, ya que desde aquí en adelante es presentado el remedio para
la condición de Israel en sus varios aspectos.
La
siguiente nota de F. W. Grant es muy útil aquí:
"Desde
el capítulo 40 al 48, Israel es visto
como el siervo, y siervo infiel;
luego
desde el capítulo 49 al 60, Cristo es el
Siervo Perfecto, puesto bajo la carga del pecado de otros; y finalmente,
desde
el capítulo 61 al 66, el remanente (de
Israel) ahora es visto y aceptado como los siervos"
(Biblia
Numérica).
Este
libro, aunque se expresa en el lenguaje del
Antiguo Testamento, nos ayudará a obtener una perspectiva correcta del bendito
evangelio de la gracia de Dios.
24 – JEREMÍAS
"Fueron halladas tus palabras, y yo las comí;
y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se
invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos."
(Jeremías
15:16)
Jeremías
("Jehová lanza" o "Jehová
eleva") ha sido llamado el profeta lamentoso. Llamado por Dios,
evidentemente a una temprana y tierna edad, él profetizó durante los reinados
de Josías, Joacim, Joaquín, y Sedequías, y después de la captura de Judá y
Jerusalén , — al parecer cerca de cuarenta años en total.
Era
de la familia de los sacerdotes, pero, al
igual que Juan el Bautista, fue más un profeta que un sacerdote.
Es
evidente el profundo dolor de su alma acerca de
la condición del reino de Judá, pero él entrega fielmente el severo mensaje de
Dios en el sentido de que los Caldeos llevarían a Judá a la cautividad. Con
todo, aunque él fue afligido hasta el punto de angustiarse, es precioso el
hecho de que haya escrito el versículo arriba citado; la palabra de Dios había
penetrado en las profundidades de su ser, y en esto él encontró gozo y regocijo
en el corazón, porque conocía la realidad del nombre de Jehová su Dios que era
invocado sobre él. Aquí tenemos el gozo y la fortaleza en medio del dolor y la
debilidad. Él tenía el corazón de un sacerdote y la fidelidad de un profeta.
Cuando
Sedequías fue hecho cautivo y Judá fue
hecha tributaria, a Jeremías se le permitió permanecer en la tierra, así como a
otros, bajo la autoridad de Gedalías. Pero la desobediencia adicional por parte
del pueblo que permaneció condujo a problemas adicionales. Jeremías continuó
profetizando, pero sus palabras fueron rechazadas incluso por el remanente
preservado. Su último capítulo es estrictamente histórico, pero demuestra la
verdad de sus profecías.
Jeremías
es un excelente libro para estimular a la
perseverancia ante el pesar y la oposición.
25 – LAMENTACIONES DE
JEREMÍAS
"¿Acaso nada os importa, a todos los que me
pasáis de largo? ¡Mirad y ved, si hay dolor como el dolor mío, que me ha
sobrevenido; con el cual Jehová me ha afligido en el día de su ira ardiente!"
(Lamentaciones
1:12)
Este
es un libro del más profundo patetismo,
escrito después de la cautividad de Judá, habiendo sido desolada la ciudad de
Jerusalén. Con todo, el lenguaje mismo del profeta testifica claramente de la
tierna preocupación de Jehová por Su pueblo en todas sus aflicciones.
Si
en un aspecto los dolores de Israel son
considerados como causados por la maldad de sus enemigos (y Dios tiene esto
completamente en cuenta), con todo, Jeremías siente también correctamente que
estos vienen de la mano de Dios para castigar a Judá por sus pecados. Este es
el lenguaje apropiado para aquellos que han sido ejercitados adecuadamente
delante de Dios en quebrantamiento y confesión.
Siendo
Jeremías un sacerdote, él era alguien que
sabía lo que en realidad significaba, 'comer la ofrenda por el pecado'
(comparar con Levítico 6: 25,26); es decir, sentir en su propia alma el pecado
del pueblo de Dios como si fuera el suyo propio, y confesarlo como tal. El
libro tiene una muy importante trascendencia para los santos de Dios en el
presente, especialmente al mostrar cuál llega a ser nuestra propia actitud ante
el dolor y la confusión del testimonio público de la Iglesia de Dios en la
tierra. El ministerio de este libro debería encontrar un verdadero lugar en la
experiencia de nuestras almas. No es que estas cosas deberían desalentarnos en
lo más mínimo, o malhumorarnos, sino que ellas deberían desarrollar en nosotros
una actitud más seria y humilde, que implica una voluntad para afrontar
honestamente la verdad tal cual es.
26 – EZEQUIEL
"Y he
aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta
bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra."
(Ezequiel
33:32)
Ezequiel
("Él será fortalecido por Dios"),
al igual que Jeremías, era también un sacerdote, pero él profetizó fuera de la
tierra de Israel, en cautiverio. Él profetizó primero tanto contra Judá como
contra Israel, describiendo la servidumbre, sufrimientos y humillación de ellos
en varias maneras gráficas.
Dios
hace de él un ejemplo práctico virtual para
Israel: él mismo debe sentir la amargura de aquellas cosas de las cuales
profetiza. He aquí otro sacerdote, por consiguiente, quien de manera muy seria
y práctica «come la ofrenda por el pecado» (Ezequiel 44:29), debiendo sentir,
no solamente el pecado del pueblo de Dios, sino los juicios gubernamentales de
Dios contra ese pecado.
Con
todo, aun estas humillación y angustia no
logran tocar el corazón de su pueblo. Pero él había sido advertido con
anticipación que ellos no le escucharían. Y de todos modos, no se le permite
ninguna otra alternativa más que hablar claro.
Desde
el capítulo 24 al 32, él se dedica a
anunciar el juicio de las naciones Gentiles de alrededor; luego él vuelve a
tratar con su propia nación profetizando, no obstante, acerca de la gracia de
Dios que restaurará finalmente a aquella nación afligida después de haber
pasado en medio de dolorosos juicios.
Luego,
los capítulos 40 al 48 entregan la
descripción del futuro templo y las divisiones de la tierra en el reino
milenario.
Ezequiel
es un libro muy provechoso para fortalecer
el alma y para que ella se afirme en Dios, incluso cuando esté sola y enfrente
oposición continua.
27 –
DANIEL
"¡Sea el nombre de Dios bendito desde la
eternidad y hasta la eternidad; porque suya es la sabiduría y el poder!
Asimismo él muda los tiempos y los plazos; el quita reyes, y establece los
reyes; él da sabiduría a los sabios, y ciencia a los que poseen inteligencia.
Él revela las cosas profundas y escondidas."
(Daniel
2:20‑22 – Versión Moderna)
Daniel
("Dios es mi juez") también profetizó
estando en cautiverio. Él ganó un puesto de honor y respeto entre los Gentiles
por medio de la sencilla y firme realidad de su fe en el Dios Viviente, fe que
produjo una vida de piedad constante, de sabia y circunspecta conducta, sin
comprometer nunca la verdad.
Hasta
el final del capítulo 6 se presentan asuntos
históricos de profundo interés. Estos proporcionan una clara revelación del
carácter de los reinos de Babilonia y de los Medos y los Persas. También nos
muestran el cuidado protector de Dios del remanente de Israel entre los
Gentiles. Además de ser historias, estos relatos son también proféticos de
acontecimientos que van a suceder en el futuro.
Pero
desde el capítulo 7 hasta el final del libro,
el tema principal es el de las distintas visiones proféticas dadas a Daniel.
Estas visiones involucran a los grandes imperios del mundo y la relación de
Israel con ellos, y el triunfo final del Señor de gloria sobre todas las
naciones, a favor de Su propio pueblo.
¡Qué
libro tan excelente es este para enseñarnos
que la profecía solamente se puede comprender apropiadamente por medio de
ejercitarse en la piedad unido a un andar en fidelidad, y que Dios espera de
los Suyos un interés vital en Sus revelaciones proféticas!
28 –
OSEAS
"¡Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios, porque
has caído por tu iniquidad! ¡Tomad con vosotros palabras, y volveos a Jehová!
decidle: ¡Quita toda nuestra iniquidad, y acéptanos bondadosamente; así te
tributaremos los sacrificios de nuestros labios!"
(Oseas
14: 1,2)
Oseas
("Dios es salvación") es
nuevamente una profecía temprana, entregada durante los reinados de varios
reyes de Judá, finalizando con Ezequías. Su primer capítulo es un breve repaso
de los tratos de Dios con Judá e Israel (Israel es llamado también "Efraín"
en este libro, porque fue esta tribu la que condujo Israel en la rebelión).
Dios señala, en primer lugar, la infidelidad
sucesiva de cada uno, y que ellos habían sido reducidos al mismo nivel de los
Gentiles , — "Lo-ammi", "no sois mi
pueblo", —, aun así, Él afirma Su gracia soberana al restaurarlos como "hijos
del Dios viviente." Tanto Judá como Israel serán unidos otra vez bajo una
Cabeza.
Luego
la parte principal del libro se ocupa
principalmente con Israel (o Efraín). Esto consiste en una exposición vigorosa
y mordaz de la degradada corrupción de las diez tribus, mientras que Judá
solamente es mencionada incidentalmente.
El
último capítulo, sin embargo, muestra
maravillosamente a Dios como el recurso y el remedio para la arruinada
condición de Efraín , — Dios, de hecho, como en la bendita Persona de Su Hijo,
aunque esto está medidamente velado, y no tan claramente declarado como en el
Nuevo Testamento. El capítulo también llama tiernamente a Efraín a regresar a
Jehová Dios, un llamado que produce preciosos resultados.
Cuán
necesario es este libro, no solamente para
advertir contra un corazón que vaga, sino para mostrar como reponerse de ello.
29 –
JOEL
"Y Jehová dará su orden delante de su
ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su
orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá
soportarlo?"
(Joel
2:11)
Joel
("Jehová es Dios") no da ninguna
indicación de la época de su profecía, pero el tema es el Día de Jehová con sus
grandes y dolorosos juicios.
Una
devastadora invasión de insectos había dejado
la tierra de Israel golpeada por la hambruna; y Joel usa esto como una
ilustración vigorosa de la invasión de Israel en los últimos días por el Rey
del Norte y sus ejércitos confederados, quien, aunque orgulloso, fiero, e
impío, es, con todo, el medio que Dios usará para castigar a Su pueblo Israel.
Cubriendo la tierra como un enjambre de parásitos, ellos lograrán, por lo
menos, el regreso de Israel postrado de rodillas ante Dios. Y cuando ese
objetivo sea alcanzado, el Señor mismo juzgará severamente a estas naciones
Gentiles, y liberará a los afligidos hijos de Judá e Israel.
Las
señales y maravillas de las que se habla
ocurrirán antes de que venga el Día de Jehová, o "Día del
Señor" en el Nuevo Testamento (cap. 2:30, 31); es decir, durante los
primeros tres años y medio de la 'semana' de Daniel; por lo tanto, antes de la
'Gran Tribulación' que comienza en la mitad de la semana de siete años. El
derramamiento del Espíritu de Dios, mencionado en los versículos anteriores
(versículos 28, 29) es "después", es decir, en la época de bendición
del milenio. La cita que Pedro hace de esto (Hechos 2: 18-21) no infiere un
completo cumplimiento en ese entonces, sino simplemente una aplicación del
momento.
El
libro de Joel ilustra la solemne advertencia de
que aquellos que siembran viento, segarán torbellino.
30 – AMÓS
"En
aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y
levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado."
(Amós 9:11)
Amos
(que significa "carga" o "cargador")
recibió esta profecía en los días de Uzías, quien reinó en Judá en el tiempo
que Jeroboam II reinaba en Israel, y "dos años antes del terremoto",
que evidentemente dejó una gran impresión. Probablemente la profecía fue
conocida antes de que sobreviniese el terremoto, de modo que cuando sucedió,
esto le daría una seria importancia a la profecía.
Este
libro es impresionante por su ordenada y
deliberada condenación del mal, especialmente en Israel, y los resultantes
juicios moderados de Dios. El mal es expuesto de manera calmada y judicial, más
bien que en ardiente ira; y el castigo de Dios se ajusta perfectamente a la
culpabilidad.
En
primer lugar, varias naciones son convocadas,
por decirlo así, para el juicio; los Sirios, los Filisteos, Tiro, Amón, Moab, y
Edom. Pero si Dios debe, en justicia, juzgar a las naciones, entonces Judá e
Israel también deben ser traídas ante Su trono, y juicio debe ser repartido en
verdad e imparcialidad perfectas. Con todo, la profecía, en común con toda la
profecía, finaliza con la victoria de Dios sobre el mal, y la eventual
restauración de Judá e Israel por medio del poder y la gracia de Dios.
El
libro es, entonces, excelente para mostrarnos
que Dios debe juzgar tan serena y decididamente nuestros propios caminos así como
el camino de otros, mientras Él, aún en gracia, se deleita en restaurar.
31 – ABDÍAS
"Si te
remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí
te derribaré, dice Jehová."
(Abdías 4)
Adías
("Siervo de Jehová") escribe el
libro más corto del Antiguo Testamento; y profetiza enteramente contra Edom.
Esta es, desde luego, la familia de Esaú, el hermano de Jacob. Su odio y
violencia contra Israel eran el terrible resultado del orgullo y la justicia
propia, que no podían soportar que su hermano recibiese bendiciones de Dios.
Notemos
que Dios no solamente toma en cuenta su
flagrante maldad externa, sino los motivos secretos del corazón: "¡Cómo
fueron escudriñadas las cosas de Esaú! sus cosas escondidas fueron buscadas."
(Abdías 6 – Versión Moderna).
Su
deleite en el sufrimiento de Israel es
severamente denunciado, y el hecho de sacar ventaja de las desgracias de Israel
para fortalecerse ellos mismos. El resultado de todo esto es el terrible juicio
de Dios.
Edom
es realmente el mismo nombre Adán, pero algo
disfrazado. Por consiguiente, la nación está en la carne, y "los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios." La carne puede aparecer en
varias formas plausibles, agradables a los sentidos naturales, y apelando a las
mentes racionalistas de los hombres. Actualmente, el fuerte movimiento
humanista es un marcado ejemplo de esta pretensión orgullosa, vacía, carnal,
que caerá bajo el impresionante juicio de Dios, mientras el despreciado pueblo
de Dios será liberado.
El
libro de Abdías, entonces, nos conducirá a que
juzguemos muy seriamente nuestros caminos y los secretos pensamientos y
sentimientos de nuestros corazones.
32 – JONÁS
"Cuando
mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, Y mi oración llegó hasta ti en
tu santo templo."
(Jonás 2:7)
Jonás
("Paloma") es, más que otra cosa,
una historia personal del profeta en relación con el hecho de que Dios le envió
a profetizar contra Nínive, la ciudad capital Asiria. Él no nos muestra el
funcionamiento secreto del corazón de un incrédulo, sino que incluso los de un
siervo escogido de Dios. Cuán humillante es la exposición, pero el profeta debe
escribirla fielmente para nuestro beneficio.
Cuando
él recibió un mensaje de Dios, él
primeramente huye de la responsabilidad de entregarlo. Pero la disciplina de
Dios al haber sido echado al mar y tragado por un gran pez verdaderamente llevó
su alma a su punto más bajo. Con todo, a pesar de una experiencia tan
traumática, cuando es traído de vuelta por Dios e inducido a obedecer, entonces
él prefirió adjudicarse el crédito por el mensaje, y pensó más en su reputación
como profeta que en los derechos de Dios a mostrar misericordia a una ciudad
arrepentida.
¿No
nos enseña esto cuán cautelosos deberíamos
estar en todo servicio para el Señor y que no deberíamos buscar ningún
reconocimiento o lugar para nosotros, sino más bien obedecer por amor a Él y
por amor a las almas de los demás?
Observemos,
también, que Jonás registra el hecho
de que Dios tiene la última palabra con él; y el mismo hecho de que haya
escrito un relato puro de toda la penosa historia es una indicación clara de
que, al final, su alma fue realmente beneficiada por todo ello.
33 – MIQUEAS
"Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y
subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en
sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de
Jerusalén la palabra de Jehová."
(Miqueas
4:2)
Miqueas
("¿Quién como Jehová?") muestra
al Señor viniendo a juzgar, no solo a Israel, sino a todas las naciones. La
condición de Judá e Israel es vista como siendo una indicación de la condición
de los "pueblos todos" , — la "tierra, y cuanto hay en ti."
Así que si Dios, en Amós, debe juzgar a Israel una vez que Él haya empezado a
juzgar a las naciones; en Miqueas, Él debe juzgar a las naciones si Israel debe
ser juzgado. Porque Israel no es sino una muestra de toda la humanidad: ahora
que se ha probado su culpabilidad, esto es la prueba de la culpabilidad de todo
el mundo (comparen con Romanos 3: 19). Por consiguiente, Dios solo puede
ejecutar juicio, y Él es infinitamente capaz de hacerlo.
Después,
también, el remedio es visto solamente en
Dios, quien perdona la iniquidad debido a que Él se deleita en la misericordia.
Él hace que Su pueblo vuelva a Él, y echa todos sus pecados en lo profundo del
mar. La bendición de Israel significará gran bendición para las naciones
también, las que se deleitarán en el monte de Jehová en Jerusalén.
El
capítulo 5 contiene una gran profecía de la
venida del Mesías, el Protector de Su pueblo cuando los Asirios de los últimos
días los ataque.
El
libro, entonces, muestra de manera hermosa que
cuando todo lo demás falla completamente, Dios es la Roca eterna: , — ¿Qué Dios
como tú?
34 – NAHUM
"¡Jehová es lento en iras y grande en poder,
y de ningún modo tendrá por inocente al rebelde! ¡Jehová tiene su camino en el
torbellino y en la tempestad, y las nubes son el polvo de sus pies!"
(Nahum
1:3 - Versión Moderna)
Nahum
("Consuelo") es una vigorosa
profecía del juicio de Nínive, la cual, siendo la capital de Asiria, representa
aquel imperio, el Rey del Norte en un día por venir. Mientras Egipto representa
para nosotros el mundo en su complaciente independencia de Dios, Asiria indica
la viciosa oposición a Él.
La
profecía fue indudablemente ocasionada por la
crueldad de Asiria cuando Senaquerib ("El devastador" (Nahum 2: 1 - Versión
Moderna) invadió Israel, y fue parcialmente cumplida cuando Nínive fue
destruida: pero esto mira hacia el futuro juicio de Dios del Rey del Norte en
los últimos días.
Noten
que la decidida rapacidad de este enemigo es
igualada plenamente por el rigor inflexible del juicio de Dios.
Con
todo, mientras que los primeros pocos
versículos del Libro describen la indignación y fiereza de Su ira, esto es
seguido por el maravilloso consuelo del versículo 7: "Jehová es bueno,
fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían." Él
es lento para la ira, perfecto en tranquila deliberación; porque Él no desea
condenar. Pero Él juzgará el mal, ya sea por medio de un torbellino o de una
tempestad: y aquí será vista la sabiduría de "Su camino".
Aprendamos
bien, entonces, de este profeta, la
tremenda fuerza de la ira de Dios así como la bendita fuerza de Su protección.
35 – HABACUC
"Se levantó, y midió la tierra; Miró, e hizo
temblar las gentes; Los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados
antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos."
(Habacuc
3:6)
Habacuc
("Ardiente abrazo") es una
profecía que trata particularmente con el profundo ejercicio y dolor de un
Israelita piadoso al considerar la vergüenza y degradación de su propia nación,
habiendo sido ellos llevados cautivos por "los caldeos, nación cruel y
presurosa." Este enemigo despectivo , — el Imperio Babilónico , — es el
retrato exacto del mundo en su corrupción y confusión religiosa, es decir, en
su grosero mal uso de las bendiciones de Dios. Poco nos maravilla que un alma
piadosa se duela profundamente por la cautividad de Israel por un tipo tal de
maldad. ¿Acaso no ha esclavizado hoy en día el mismo terrible enemigo a la
Iglesia profesante?
Con
todo, estas penas son la causa de que el
profeta 'abrace ardientemente' las promesas de Dios. Lo conducen a una
confianza completa en el poder y la gracia soberanos de Dios. Él reconoce que
Dios mide por sí mismo la tierra y, por lo tanto, todo lo que hay en ella: las
naciones que Él humillará dolorosamente: las montañas (las más altas
autoridades) que él dispersará, aunque los hombres piensen que son eternos; y
las colinas (las autoridades de menor rango) se inclinarán en señal de
reverencia ante Él. Siendo esto verdad, entonces no obstante lo grande que
pueda ser la destitución y desolación a la que Israel sea reducida, el profeta
puede decir verdaderamente, "Con todo, yo me alegraré en Jehová"
(cap. 3: 18).
Este
es un libro de preciosa ayuda a aquellos que,
enfrentados al mal y a difíciles condiciones, se afligen delante de Dios.
36 – SOFONÍAS
"¡Jehová tu Dios está en medio de ti; el que
es poderoso te salvará: se regocijará sobre ti con alegría, descansará en su
amor, y saltará de gozo sobre ti, cantando!"
(Sofonías
3:17 - Versión Moderna)
Sofonías
("Ocultado por Jehová")
profetizó en los días de Josías, un rey piadoso cuyas fe y energía habían
producido un notable avivamiento en el estado exterior de Israel. Pero este
libro no toma nota de este avivamiento: en cambio, presenta inmediatamente una
declaración del arrollador juicio de Dios, Su forma de consumir por completo
todo lo que hay en la tierra. El aparente avivamiento era exterior solamente:
la verdadera condición del corazón de la nación permanecía igual que antes, y
esto se hizo evidente inmediatamente después de la muerte de Josías. Cualquier
mejora aparente se podría haber desarrollado, pero Dios ya había decretado que
Su juicio saldría en toda dirección, siendo Judá y Jerusalén el centro de ello.
Sin
embargo, el libro también se extiende de forma
hermosa sobre los efectos de estos juicios produciendo grandes bendiciones en
un día venidero. Se le volverá a dar a los pueblos pureza de labios, y Jehová
Dios estará en medio de la una vez culpable ciudad, salvando a aquella nación
afligida, regocijándose sobre ella, descansando en su amor, habiendo terminado
Su larga obra para con ella; y el duelo de Su corazón a causa de ella se
volverá un canto exultante.
Prestar
atención a esta profecía seguramente nos
preservaría del error frecuente de los días actuales, a saber, de que la medida
de los avivamientos podría impedir el juicio de Dios sobre la Cristiandad. ¡No!
La venida del Señor es inminente.
37 – HAGEO
"Porque así dice Jehová de los Ejércitos: Una
vez más (es corto el tiempo), y voy a sacudir los cielos y la tierra, y el mar
y la tierra seca; y sacudiré todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas
las naciones, y llenaré esta Casa de gloria, dice Jehová de los Ejércitos."
(Hageo
2: 6,7 - Versión Moderna)
Hageo
("Mi fiesta") fue escrito después
del regreso del cautiverio de los Judíos a Jerusalén. Su tema es el templo, una
vez destruido, pero sus cimientos construidos otra vez en una escala más
pequeña. El profeta insiste ante el pueblo acerca de la laxitud de ellos con respecto
a la casa de Dios y su edificación, urgiéndoles a considerar sus caminos.
Siendo él un verdadero profeta, busca 'sacudirlos' de su egoísmo mostrado al
apresurarse cada uno de ellos a su propia casa, mientras la casa de Dios era
descuidada. Porque muy pronto Jehová sacudiría todas las cosas en los cielos y
la tierra; y "el Deseado de todas las naciones", es decir, Cristo, el
gran Mesías, vendría, por quien la casa de Dios sería llena de gloria.
En
este libro se entregan cuatro mensajes
distintos. El primero constituye el capítulo 1 y presenta solemnes
reprobaciones. Gracias a Dios que estas produjeron buenos efectos en los
líderes y en el pueblo, al ser movidos a construir. El segundo mensaje (cap. 2:
1‑9) presenta un estímulo refrescante en su preciosa visión profética de
Cristo. El tercero (cap 2: 10‑19) insiste acerca de la pureza y separación
apropiadas para la casa de Dios, y urge a una consideración piadosa. El cuarto
(cap. 2: 20‑23) es profético acerca del derribamiento de todos los reinos
opresores, y de la bendición establecida en la persona del Siervo de Jehová, el
Mesías, tipificado por Zorobabel, gobernante de Israel.
Este
libro debería, con seguridad, ejercitarnos
con respecto a los intereses de Dios en Su "casa espiritual" (1ª Pedro
2:5), la Iglesia de Dios.
38 – ZACARÍAS
"Y sucederá aquel día que haré de Jerusalén
una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten serán
severamente desgarrados. Y contra ella se congregarán todas las naciones de la
tierra."
Zacarías 12:3 - La
Biblia de las Américas)
Zacarías ("Jehová
se acordó") escribe en
la misma época de Hageo, pero trata con la ciudad de Jerusalén. Le recuerda al
pueblo que el disgusto de Dios con sus padres es la razón de anteriores
castigos y servidumbre, una evidente advertencia de lo que la ciudad aún
sufriría si ellos iban a ser como 'sus padres' (Zacarías 1:4).
Luego
la profecía continúa para mostrar de qué
manera los ojos de Dios toman nota tanto de la culpa de Jerusalén como de la
culpa de aquellas naciones que "cargaren" con ella (cap. 12:3). Ella
es el centro terrenal de Dios, y Él no tolerará la orgullosa interferencia de
los hombres, ya sea en antagonismo, o esgrimiendo el argumento de proteger la
ciudad. Es Dios quien tratará con ella y la purificará: el propio gran Mesías,
a quien traspasaron, aparecerá en la ciudad y producirá un profundo
arrepentimiento que ninguna otra cosa podría producir. (cap. 12: 9‑14).
Entonces Él saldrá y peleará, y Judá peleará con Él contra sus enemigos
opresores. Y Jerusalén será el gran centro de toda la tierra, con cada nación
sometida en lealtad a ella, la ciudad del gran Rey. (Cap. 14).
Dejemos
que esto hable hoy a nuestros corazones en
el sentido de que el centro de Dios para Su Iglesia no está en la tierra sino
en el cielo. Dicho centro es, verdaderamente, la bendita persona del Señor
resucitado , — y Él no tolerará ningún rival, ni nada que substituya, este
Centro glorioso.
39 – MALAQUÍAS
"Entonces los que temían a Jehová hablaron
cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria
delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre."
(Malaquías
3:16)
Malaquías
("Mi mensajero") nos muestra
la miserable autocomplaciente condición de los Judíos que habían regresado del
cautiverio. Su energía se había deteriorado rápidamente hasta llegar a un
estado de insensible indiferencia a las demandas de Dios, un estado de
autocomplacencia.
Es
una palabra de súplica profunda de parte de
Dios, en la cual Él reprueba el grosero desprecio de ellos por Él, expresado de
varias maneras. Sin embargo, ¡ellos responden con descarado desafío como si
estuviesen enteramente sin culpa! De ahí que esta sea la última palabra de Dios
para Israel hasta cuatrocientos años más tarde, cuando Juan el Bautista fue
enviado por Dios. Israel, al rehusar escuchar a Dios, será dejado para que
coseche los amargos resultados de su propia arrogante opción.
Con
todo, cuán precioso es que todavía estaban
aquellos quienes en su corazón 'temían a Jehová', aunque, sin duda, era un
pequeño remanente de entre el remanente que había regresado a Judá. No se les
da ningún nombre que los distinguiese, puesto que lo que es precioso para ellos
es el nombre de Jehová. Pero ellos hablaron a menudo unos a otros acerca de las
cosas de Dios, y esto era un deleite para Su corazón. Él nos asegura que
aquello no fue olvidado, sino que fue escrito en un "libro de memoria."
Cuán
apropiado es que este último libro del
Antiguo Testamento nos muestre a Jehová ocupado no meramente con las acciones,
sino con los pensamientos y motivos de los corazones. Y a ellos se les promete
que les nacerá el Sol de Justicia , — Cristo que está aún por venir en poder y
gran gloria.
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NUEVO TESTAMENTO
40 – MATEO
"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."
(Mateo
11:29, 30)
Mateo
("Regalo de Dios"), el primer
libro del Nuevo Testamento, está escrito por necesidad desde un punto de vista
Judío, y conserva una admirable continuidad con el Antiguo Testamento. Este
libro presenta al Señor Jesucristo como el largamente esperado Mesías de
Israel; por lo tanto, su genealogía se remonta hasta David y Abraham. Esta
genealogía corresponde a la de José, estableciendo, por consiguiente, el
derecho oficial al trono.
Pero
Mateo es también el único libro de la
Escritura que usa la frase "el reino de los cielos". Esto nos muestra
que, mientras estaban bajo la ley, la autoridad del reino de Jehová había sido
encomendada a los Judíos y Jerusalén, por consiguiente, había sido el sitio de
su sede central, pero, con todo, debido al completo fracaso de Israel, Dios
estaba revocando esta situación, y Su reino tendría ahora su sede central en el
cielo. Él una vez había hablado en la tierra entre los Judíos: ahora Él estaba
hablando desde el cielo. Por este motivo Mateo se refiere a menudo al reino de
Dios como el "reino de los cielos." El Evangelio marca un cambio muy
asombroso y completo en los modos de obrar dispensacionales de Dios; porque el
Cristo, el verdadero Rey, había venido y había regresado, de hecho, al cielo.
De
forma consecuente con esto, debemos esperar que
Mateo insista sobre un sometimiento minucioso y obediencia a la soberana
autoridad del Señor Jesús , — no a la ley, sino a Aquel que está más alto que
la ley. "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí." Por
consiguiente, se pone énfasis sobre las obras, las obras de la fe, obviamente;
puesto que la autoridad (y no la gracia, como en Lucas), es el gran tema de
Mateo. Cuán bueno será si estas lecciones se implantaran profundamente en
nuestros corazones.
41 – MARCOS
"Porque el Hijo del hombre tampoco vino para
ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos."
Marcos
10:45 - Versión Reina-Valera 1909
Actualizada en 1989)
Marcos
("una defensa") entrega un relato
conciso y enérgico del servicio del Señor Jesucristo, ya que él lo retrata como
el Siervo perfecto de Dios. Su lenguaje es directo y sencillo, y su descripción
de los acontecimientos está en orden cronológico, es decir, en el orden en que
estos realmente sucedieron. Ninguno de los demás escritores de los otros
Evangelios sigue este orden, pero cada uno usa un orden que es apropiado para
su tema particular. Pero la humildad y el servicio incansable del Señor Jesús
brillan de forma hermosa en este Evangelio, ya que al pasar rápidamente de una
escena a otra, Él satisface la necesidad de incontables almas, en el momento
perfecto y de la manera perfecta.
Su
muerte, también, es el sacrificio del Único
perfectamente consagrado a la voluntad de Dios, un servicio para satisfacer las
necesidades más profundas de las almas de los hombres.
El
carácter de ofrenda por el pecado de Su
sacrificio es visto aquí, no simplemente como que Él ha llevado nuestros
pecados, sino que Él ha tomado sobre sí el juicio pleno contra el pecado, la
terrible raíz de los pecados, el principio mismo de todo lo que se ha opuesto a
Dios. Y Él ha servido a Dios en absoluta consagración en este tema, incluso
hasta la pavorosa necesidad de ser abandonado por Dios en aquellas horas de
agonía sin alivio.
Observen
el uso frecuente que Marcos hace de las
palabras, "luego", "después", "entonces", "en
seguida". En este precioso carácter de Siervo, el Señor Jesús no sólo debe
ser admirado por Su consagración, sino que debe ser seguido como un Ejemplo por
aquellos que son salvos por Su gracia.
42 – LUCAS
"Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados,
y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que
yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como
veis que yo tengo."
(Lucas
24: 38, 39)
Lucas
("una luz") es el único Gentil
conocido empleado para escribir la Escritura. Aquí Cristo es presentado de forma
hermosa como el "Hijo del Hombre", cada parte del libro combinándose
para exponer la realidad y la perfección de Su humanidad. Aquí tenemos su
nacimiento anunciado y descrito, Su crecimiento en sabiduría y estatura, Su
accesibilidad como Uno tiernamente interesado en el bienestar de la humanidad,
Su 'deseo' de comer con Sus discípulos (Lucas 22:15), Sus palabras de perdón
desde la cruz, Su demostración a Sus discípulos de la realidad de Su
resurrección corporal, Su ascensión corporal al cielo.
Si
en Mateo se ve la autoridad, y en Marcos el
servicio, lo que resplandece tan brillantemente en Lucas es la gracia, gracia
que viene no sólo a Israel, sino que se derrama hacia los Gentiles también.
Esto será visto de forma sorprendente en las parábolas y los milagros del Señor
Jesús.
De
ahí que, también, aquella gracia que se deleita
en bendecir, y elevar al alma hasta la presencia de Dios, no puede ser
satisfecha con nada menor a la comunión cálida y sin estorbo de Sus santos.
Esto
está comprendido en el carácter de ofrenda
por el pecado de Su sacrificio, el cual es predominante en Lucas. Da énfasis a
que obra al reunir a Dios y el hombre en paz y concordia, Dios recibiendo Su
porción de la comida de la ofrenda, el Sacerdote (Cristo) recibiendo también Su
porción, y los oferentes teniendo también su porción de la cual participar , —
todos como si estuviesen comiendo juntos.
43 – JUAN
"Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre
nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia
y de verdad."
Juan
1:14 - La Biblia de las Américas)
Juan
("Jehová es un dador de gracia") es
un Evangelio único en su gloria majestuosa. Aquí el Señor Jesús es manifestado
como el mismo Creador, el eterno, el unigénito Hijo de Dios, enviado del Padre
para revelar plenamente Su gloria. Esto es mucho más que autoridad, servicio o
gracia, pero es la luz y el amor del eterno Dios. Él es aquí el Objeto de
nuestro culto y adoración.
El
Evangelio, por lo tanto, no es sinóptico (es
decir, proporcionando una vista general de la vida y de las obras del Señor en
la tierra), como son los otros tres, sino que presta especial atención a Su
persona y a Sus palabras, como atestiguadas incluso por Sus enemigos: "¡Jamás
hombre alguno ha hablado como este hombre!" (cap. 7: 46).
Los
milagros y parábolas aquí registrados rinden también
un más claro testimonio a Su divina gloria personal. Es aquí donde encontramos
aquellas palabras pronunciadas por Sus labios, "Antes que Abraham fuese,
yo soy" (cap. 8: 58). Y los siete, "Yo soy", del Evangelio de
Juan son bien conocidos.
La
calmada, noble dignidad del registro de Su
crucifixión con seguridad atrae, también, nuestra absorta atención; porque aquí
se ve el carácter de holocausto de Su servicio, todas Sus palabras como holocausto
de olor grato para Dios ‑ el sacrificio ofrecido predominantemente para la
gloria de Dios.
La
dulce sencillez del libro le confiere un poder
de atracción para el menos inteligente; y sin embargo, sus profundidades más
ocultas de significado han despertado la sincera admiración de los más
profundos eruditos.
44 – HECHOS
"Y con
gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y
abundante gracia era sobre todos ellos."
(Hechos 4:33)
Los
Hechos de los Apóstoles es una historia de las
maneras en que la sabiduría divina ordenó acontecimientos para sacar
gradualmente las almas de la dispensación de la ley previamente establecida por
Dios, a la plena libertad de la "administración de la gracia de Dios."
(Efesios 3: 2).
El
poder y el obrar del Espíritu Santo son vistos
aquí de forma hermosa, mientras los apóstoles son usados por Dios para el
establecimiento del Cristianismo.
La
obra comienza en Jerusalén con el descenso del
Espíritu Santo en el capítulo 2, pero se extiende; y cuando Israel, al someter
al martirio a Esteban (cap. 7), hubo rehusado este segundo llamamiento de
gracia (puesto que antes habían rechazado a su propio bendito Mesías), entonces
el apóstol Pablo es levantado por Dios como mensajero especial a los Gentiles,
y la gracia de Dios se extiende al mundo entero. De esta manera es formada la
Iglesia de Dios por el poder del Espíritu de Dios, siendo bautizados en un solo
cuerpo tanto los creyentes Judíos como los creyentes Gentiles.
Observemos,
también, el gran cuidado de nuestro
Dios en nuestro libro por conservar una unidad verdadera y vital de esta obra y
de los santos en todo lugar.
La
realidad, la sencillez, la frescura de esos
primeros días, el piadoso mantenimiento del orden y de la unidad sin necesidad
de organización y arreglo humanos, presenta la más bienaventurada enseñanza a
nuestras almas. Todo esto nos muestra de forma hermosa la suficiencia de Cristo
como el Centro hacia el cual Su pueblo es reunido, y el poder suficiente del
Espíritu de Dios para toda actividad espiritual, ya sea adoración, comunión,
servicio, o testimonio.
45 – ROMANOS
"Siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús."
(Romanos 3:24)
Romanos
("los fuertes") presenta la
verdad que se yergue en el fundamento del Cristianismo. Aquí Dios es el Juez
Soberano, absoluto en justicia, descubriendo y exponiendo el pecado de toda la
humanidad, no permitiendo ninguna excusa, no perdonando ningún mal cualquiera
sea su grado, de tal forma que "el mundo todo se tenga por reo delante de
Dios." (Romanos 3:19 - Versión Moderna).
Con
todo y en justicia pura, Él ofrece también
completa justificación de la culpa, porque esta se basa en "la redención
que es en Cristo Jesús", Aquel mismo que es visto como el gran Sustituto
llevando el castigo del pecado por Su propio sacrificio. Todo verdadero
creyente en Él es así declarado libre de todo cargo, y constituido justo
delante de Dios.
La
importancia de la cruz se ve, también, con
referencia a la liberación del poder del pecado que mora en nosotros. La verdad
es presentada de manera tal que encuentra al pecador donde él está al comienzo,
y le saca, por medio del ejercicio de alma, de la servidumbre y tinieblas a la
libertad y la luz, estableciendo sus pies en sendas de justicia.
En
los capítulos 9, 10 y 11, se muestra que los
consejos y modos de obrar de Dios con respecto a Israel son consecuentes con
estas verdades reveladas ahora en el Cristianismo. Dios es el gran Vencedor, y
por lo tanto, todos los que confían en Él son bendecidos.
Desde
el capítulo 12 en adelante, se dan
instrucciones para una conducta práctica basada en el fundamento sólido y
eterno de la gracia justificadora de Dios.
¡Cuán
magnifico es este libro para establecer y
asentar el alma, y para estimular toda virtud piadosa!
46 – 1ª CORINTIOS
"Pero nosotros predicamos a Cristo
crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles
locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y
sabiduría de Dios."
(1ª
Corintios 1: 23, 24)
1ª
Corintios (Corinto significa "saciado")
es una Epístola escrita para corregir los desórdenes permitidos en Corinto en
la temprana Iglesia. La Epístola establece sólidos, prácticos principios de
orden y gobierno de la asamblea, muy necesarios para la Iglesia de Dios en todo
el mundo.
Esta
aplicación autoritativa universal es
enfatizada en los capítulos 1:2; 4:17, 11:16; y 14: 33, 37.
Corinto
era un centro de filosofía Griega, pero de
corrupción moral: de ahí que la sabiduría del mundo sea desechada en el capítulo
1, y el capítulo 2 la sustituye por la revelación de Dios por medio de Su
Espíritu.
La
sabiduría humana no puede ordenar el camino de
la Asamblea de Dios, pero la Palabra de Dios aplicada por el Espíritu de Dios a
los corazones y a las conciencias es suficiente para mantener un orden completo
conforme a los pensamientos de Dios. En los capítulos 1 y 2 el orgullo
intelectual es rechazado; desde el capítulo 3 al 7 la corrupción carnal es
igual y plenamente juzgada; y los capítulos 8 al 10 previenen contra la
comunión con cualquier influencia demoníaca por medio de la idolatría.
La
unidad del cuerpo de Cristo, pero en separación
de asociaciones profanas, es enfatizada a través de todo el libro. Con todo, la
unidad es contemplada siendo mostrada en una preciosa diversidad de dones que
llaman a un piadoso ejercicio de los mismos. La importancia de la sana doctrina
es también un asunto vital, y el capítulo 15 enfatiza fuertemente la verdad de
la resurrección de Cristo, y la de Sus santos a Su venida, como siendo básica
para el testimonio de la Asamblea de Dios.
1ª
Corintios es un libro valioso para estimular la
apreciación y la preocupación por cada miembro del cuerpo de Cristo, y para
fortalecer el testimonio colectivo.
47 – 2ª CORINTIOS
"Porque Dios que dijo: Resplandezca la luz de
en medio de las tinieblas, es el que ha resplandecido en nuestros corazones,
para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios, en el rostro de
Jesucristo."
(2ª
Corintios 4:6 . Versión Moderna)
La
Segunda Epístola a los Corintios trata, no del
orden de la asamblea, sino del ministerio en relación con la asamblea, la
manifestación en la vida práctica y el servicio, de la presencia del Espíritu
en la asamblea. El propio Pablo es ejemplo de esta labor que implica una
negación del 'yo', gastando y gastándose por amor a los santos de Dios. Sus
sufrimientos a causa de su fidelidad al ministerio de Cristo, ser perseguido
por el mundo, los crueles ataques de parte de falsos hermanos, el resentimiento
incluso de parte de hermanos cuya bendición él había deseado, su alma
profundamente angustiada, sus penas, sus angustias, sus tiernos afectos, sus
comprensiones, sus compasiones , — todas estas cosas destacan en esta
conmovedora Epístola.
Pero
su competencia proviene de Dios, el gran
Dios, cuya luz había resplandecido en Su corazón, manifestando la gloria
trascendente de Su Ser en la faz de Jesucristo. Aunque está contenido en un
vaso terrenal, este es un tesoro que ha de ser manifestado en el ministerio a todos
los que oirán. Este ministerio de la gloria de Cristo es de tal sobresaliente
bendición para Pablo que él es llevado sobre alas de infinita gracia a través
de todas las pruebas del camino, y dice, 'Yo estoy lleno de estímulo; el gozo
sobreabunda en mí bajo toda nuestra aflicción.'
Maravilloso
es, entonces, el estímulo que entrega
este libro para una consistencia firme al ministrar a otros, a pesar de
cualquier esfuerzo de Satanás que pueda desalentar el corazón y debilitar las
manos.
48 – GÁLATAS
"Pero
lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por
quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo."
(Gálatas 6:14)
Gálatas,
escrito a las asambleas que estaban en la
región de Galacia, es una ardiente reconvención contra la doctrina maligna de
que las obras de la ley forman la norma para la conducta y el caminar de un
creyente. A pesar de haber sido salvos por gracia por medio de la fe, con todo,
ellos habían agregado la ley como el principio para mantener su salvación, y
esta mezcla es abominable para Dios, el Dios de toda gracia.
El
apóstol muestra que la bendita Persona de
Cristo, no la ley, es la norma del andar del creyente, y que el Espíritu de
Dios es el poder para caminar con Dios. La cruz de Cristo es presentada poderosamente
como cortando toda expectativa de que algo bueno puede salir del hombre bajo la
ley; y por medio de ella, el creyente es crucificado al mundo, cortado, por
consiguiente, del reino mismo en que el legalismo es el principio gobernante.
Él es visto ahora relacionado con una 'nueva creación', y, por lo tanto, no
andando más en la carne, sino en el Espíritu.
La
muerte de Cristo, también, es vista en el
capítulo 4 como nuestra redención de la servidumbre de la ley, para que
nosotros seamos traídos a la dignidad y libertad de la calidad de hijos delante
de Dios, una posición que nunca podía haber sido conocida en el Antiguo
Testamento, pero que es verdadera en todos los santos en esta época de la
gracia.
Cuán
necesario es un libro como Gálatas para
preservarnos del egoísmo, la confianza en la carne, y de innumerables males que
son engendrados por una actitud legalista.
49 – EFESIOS
"Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo."
(Efesios 1:3)
Efesios
(Éfeso significa "un deseo") es
una Epístola sin reprensiones. Esta declara en los términos más plenos los
magníficos consejos de Dios acerca de los santos de Dios en esta presente época
de la gracia, su presente "bendición espiritual en los lugares celestiales
en Cristo", su posición "en Cristo" como estando sentados "en
los lugares celestiales".
Cristo,
de acuerdo con la gloria de Su persona y
el valor infinito de Su obra, es el Centro decretado de la bendición de todo el
universo: y "en Él" hemos obtenido una herencia. Él está sentado en
el trono de Su Padre, y allí nos representa perfectamente: nosotros estamos "en
Él". Los creyentes Judíos y Gentiles forman "un cuerpo", unido a
Cristo la Cabeza en la gloria.
Además
de ser el cuerpo de Cristo, la Iglesia es
vista también como la familia de Dios, un edificio que va creciendo para ser un
templo santo en el Señor para morada de Dios; y como para que finalmente sea
presentada como una esposa apropiadamente ataviada para su Esposo. Tales
verdades no fueron conocidas ni se profetizó acerca de ellas en el tiempo
antiguo, pero ahora son reveladas por medio de los apóstoles y profetas del
Nuevo Testamento. También se ve que nuestro conflicto está en "los lugares
celestiales", contra huestes espirituales de maldad, poderes Satánicos,
ocupados en oponerse a nuestro discernimiento y gozo de la verdad como nuestras
legítimas posesiones divinas.
Ningún
libro es más importante que Efesios en
cuanto a desarrollar un carácter conforme a nuestra verdadera unión con Cristo
en el hogar apropiado de nuestras almas, el cielo mismo.
50 – FILIPENSES
"Más aún, todas las cosas las tengo por
pérdida, a causa de la sobresaliente excelencia del conocimiento de Cristo
Jesús, Señor mío, por causa de quien lo he perdido todo, y lo tengo por basura,
para que yo gane a Cristo."
(Filipenses
3:8 - Versión Moderna)
Filipenses
("Aficionados a los caballos"
, — o "a la carrera") es una epístola pastoral, alentadora y
refrescante. Está escrita a una asamblea afligida por la pobreza, que había
mantenido, no obstante, un leal afecto por Pablo desde que habían sido
convertidos por medio de sus labores, once años antes.
La
epístola presenta la verdadera
experiencia Cristiana como la pista de carreras que conduce a la
gloria de Dios. El propio Pablo es ejemplo de esta experiencia, y aunque estaba
en prisión, el vibrante y, sin embargo, pacífico gozo del apóstol impregna el
libro completo. El secreto es simplemente que, de un modo práctico, Cristo es
todo para él:
en el capítulo 1, Cristo
su justo motivo
en la vida;
en el capítulo 2, Cristo su Ejemplo;
en el capítulo 3, Cristo su Objeto;
en el capítulo 4, Cristo su Fortaleza.
El capítulo 2 contiene una magnífica
declaración
de la grandeza de la disposición a la humillación del Señor Jesús, desde el
lugar de la más elevada gloria al del más profundo sufrimiento y la muerte de
la maldición. Esto es, entonces, seguido de la bendita respuesta de Dios al
exaltarle como Hombre al lugar de la más alta preeminencia. (versículos 5-11).
Al ocupar una Persona tal los afectos y la
admiración del apóstol Pablo, él no sólo soporta pacientemente toda adversidad
desagradable, sino que se regocija al ver en cada una de estas una ocasión de
más plena bendición y de mayor gloria para el Señor Jesús.
Este magnífico triunfo de la fe otorga al libro el
más dulce valor al alentar una fe similar en nuestras propias almas.
51 – COLOSENSES
"Dando gracias al Padre, que nos hace idóneos
para la participación de la herencia de los santos en la luz; el cual nos ha
libertado de la potestad de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino del
Hijo de su amor."
(Colosenses
1:12, 13 . Versión Moderna)
Colosenses
("monstruosidades") tiene
mucho en común con Efesios. No obstante, de ninguna manera presenta a los
santos sentados en los lugares celestiales, sino más bien los considera como
caminando aún a través del mundo desolado. Sin embargo, la provisión para el
viaje es celestial, y la bienaventurada plenitud de esta provisión es
contemplada de hermosa manera en la persona de Cristo. "Porque en él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (cap. 2: 9).
En
relación con esta plenitud, las palabras "todo"
y "toda" son usadas constantemente. Y esto era necesario para
advertirles, por una parte, contra los peligros de la filosofía, y por otra, de
los del misticismo religioso: lo uno siendo meramente una apelación al
intelecto, y lo otro, un insulto grosero al intelecto, aunque a menudo se
encuentran curiosamente entremezclados, verdaderamente una monstruosidad con
dos cabezas en contradicción. La preeminente primacía de Cristo es, obviamente,
la bienaventurada respuesta a esto.
Cristo
es visto como Cabeza de toda la creación, y
también como Cabeza del cuerpo, la Iglesia. Él reconcilia consigo todas
las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos;
pero Él ahora ha reconciliado consigo a todos los creyentes. Él ha
proporcionado tanto el ministerio del evangelio como el de la Iglesia, por
medio del apóstol Pablo. En todo esto, hay una doble provisión: la que es hacia
el mundo, y la que es para Sus santos.
Entonces,
encontramos en este libro alimento,
alimento celestial , — aquel que nos preservará del mal en sus formas más
refinadas.
52 – 1ª TESALONICENSES
"Y por esto también damos gracias sin cesar a
Dios, de que cuando recibisteis de nosotros la palabra del mensaje de Dios, la
aceptasteis, no como palabra de hombres, sino según lo es verdaderamente, la
palabra de Dios, que obra también en vosotros que creéis."
(1ª
Tesalonicenses 2:13 - Versión Moderna)
1ª
Tesalonicenses ("victoria sobre la
falsedad"), desde el punto de vista del tiempo, es la primera de las
epístolas de Pablo. Está llena de frescura, energía, y calidez. Pastoral en su
carácter, es dirigida "a la iglesia de los tesalonicenses",
ejemplificando así el verdadero cuidado pastoral, no sólo de individuos, sino
de la asamblea de Dios. Esta asamblea, formada durante una breve visita a
Tesalónica (Hechos 17: 1-4), en medio de circunstancias de amarga persecución,
había llegado a ser un modelo para las otras, debido a su piadosa energía de fe
divulgando la Palabra de Dios (1ª Tesalonicenses 1: 7, 8). Fe, amor, y
esperanza son vistos de forma hermosa a través de todo este libro y de la
Segunda Epístola, también.
La
venida del Señor es un asunto muy prominente.
En el capítulo 1: 10, esto se ve como la liberación de la ira venidera de la
tribulación. En el capítulo 2: 19, está relacionada con el gozo de Pablo viendo
a sus propios convertidos en la gloria de arriba. En el capítulo 3: 13, tiene a
la vista la confirmación de los santos irreprensibles en santidad. En el
capítulo 4: 15‑18, es una preciosa perspectiva para dar consuelo presente a
aquellos que están en tristeza. En el capítulo 5: 23, la venida es vista como
una santificación final y total del espíritu, alma, y cuerpo.
Pero
el versículo citado arriba muestra la razón
para la fiel energía de los Tesalonicenses. La palabra de Dios para sus almas
era real: era Dios quien había hablado: ellos aceptaban esa palabra como tal.
Es por medio de esto que se producen buenos resultados. Entonces, ¿Acaso no es
este libro muy alentador y estimulante?
53 – 2ª TESALONICENSES
"Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios
nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza
por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y
obra."
(2ª
Tesalonicenses 2:16, 17)
2a
Tesalonicenses, al igual que 1ª Tesalonicenses,
es pastoral en su carácter, pero trata con aquellas sutiles influencias que muy
pronto amenazaron con arrebatarle a esta joven asamblea su reciente y ardiente
afecto para con el Señor, su vigorosa fe, y su resistencia ante la persecución.
El apóstol advierte fielmente del futuro advenimiento del Anticristo, pero que
incluso entonces ya estaba en acción el misterio de la iniquidad para socavar
lo que era de Dios. Por lo tanto, fieles amonestaciones son agregadas al
refrescante estímulo de la Primera Epístola, el sazonar con sal, para preservar
el testimonio de Dios.
Cartas
pretendiendo haber sido enviadas por Pablo,
habían comunicado a los Tesalonicenses que el Día del Señor ya había venido , —
un astuto engaño del enemigo por medio del cual buscaba socavar la confianza de
ellos en la venida del Señor a buscar primeramente a la Iglesia, antes del
impresionante día de Su juicio del mundo. Pablo corrige esto, y el capítulo 2
es una Escritura profética muy asombrosa acerca del Día del Señor, o Día de
Jehová, que no puede ocurrir hasta que la Iglesia sea arrebatada a los cielos.
En
contraste con las malignas obras y palabras del
Anticristo, los santos son animados a ser confirmados en toda buena palabra y
obra. Por lo tanto, este es un libro cuyo objetivo es dotarnos de
discernimiento espiritual y firmeza en cuanto a aquellas cosas que tenderían a
rebajar el testimonio Cristiano.
Reitero, la
venida del Señor es prominente en todos los capítulos.
54 – 1ª TIMOTEO
"E indiscutiblemente grande es el misterio de
la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de
los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria."
(1ª.
Timoteo 3:16)
1ª
Timoteo ("honrando a Dios") está
escrita a un individuo, un joven hacia quien Pablo evidentemente sentía un
profundo afecto. Siendo de naturaleza tímida y retraída, y no obstante, dotado
por Dios, él necesitaba ser incitado a tener un sentido de responsabilidad en
cuanto a la conducta adecuada "en la casa de Dios, que es la iglesia del
Dios viviente."
Su
ministerio le fue dado, no para ser ejercitado
de forma independiente, sino por causa del bienestar de la Asamblea, el cuerpo
de Cristo. Él es llamado también a ver que la sana doctrina sea mantenida en la
asamblea local, y ese orden es mantenido con la participación de ancianos y
diáconos fieles.
La
asamblea también debía ser un lugar de oración
(capítulo 2); y en el capítulo 3 se declara que es columna y baluarte de la
verdad , —un testigo de que Dios había sido manifestado en carne, es verdad,
bendita condición de Hombre, el Espíritu de Dios justificándole públicamente en
Su descenso sobre Él en Su bautismo, y el poder de Su unción visto durante el
transcurso de Su vida. Es también un testigo del hecho de que Cristo había sido
visto de los ángeles, quienes nunca antes Le habían visto. Y Él ha sido
predicado a los Gentiles, proporcionando un evangelio mundial para toda la
humanidad. "Creído en el mundo", si son muchos o pocos, no marca
ninguna diferencia, pero la fe ha respondido a una revelación tal. "Recibido
arriba en gloria" completa esta lista de bienaventurados hechos de los
cuales la asamblea da testimonio.
55 – 2ª TIMOTEO
"Por tanto, no te avergüences del testimonio
de nuestro Señor, ni de mí, prisionero suyo, sino participa conmigo en las
aflicciones por el evangelio, según el poder de Dios."
(2ª
Timoteo 1:8 – La Biblia de las Américas)
2ª
Timoteo trata también con la responsabilidad
individual en relación con la Iglesia. Pero Pablo escribe esta carta desde la
prisión. Es, de hecho, su última epístola, escrita sabiendo que iba a ser
enviado a la muerte por testificar del Señor. Aquí ya no habla de "la casa
de Dios", sino de "una casa grande" (capítulo 2: 20); ya que
aquello que una vez había sido la casa de Dios en cierta medida de pureza y
verdad, se había degenerado al punto de permitir errores groseros y vasos de
deshonra. Además, todos los que estaban en Asia habían abandonado a Pablo,
indudablemente no deseando mas su enseñanza.
Pero
él no se desanimó. En realidad, con un
corazón gozoso él anima a este joven fortaleciéndole contra su propia timidez
natural. Timoteo no debía avergonzarse del testimonio del Señor, debía trazar
bien la palabra de verdad (capítulo 2: 15 - Versión Reina-Valera 1909
Actualizada en 1989), hacer completo uso de toda esa bienaventurada verdad
actuando con firmeza y decisión para Dios. Él no debe descuidar nada de ello,
ya sea en la obra de evangelista o en el ministerio para el pueblo de Dios. El
capítulo segundo muestra al creyente en ocho importantes aspectos de la vida y
es excelente para cualquier alma que honestamente desea servir al Señor en el
día actual.
De
esta forma, este libro contiene un gran
estímulo para el corazón que es recto en estos días de desviación y descuido
espiritual. Declara la bienaventuranza de la provisión de Dios en vista de Su
conocimiento previo de las actuales condiciones, para que, independientemente
de cuál sea la deshonra hecha al nombre de Dios por la Cristiandad profesante,
uno pueda, con todo, ser fiel al significado del nombre Timoteo: «Honrando a
Dios, Adorando a Dios».
56 – TITO
"Fiel es esta palabra; y respecto de estas cosas
deseo que uses de constante afirmación, para que los que han creído en Dios
pongan solicitud en practicar las buenas obras. Estas cosas son buenas y
provechosas para los hombres."
(Tito
3:8 - Versión Moderna)
Tito
("cuidador") es, nuevamente, una
epístola individual, pero su tema no es exactamente el de la piedad en el
mantenimiento de la verdad en la Iglesia de Dios (como en Timoteo), sino más
bien la verdad que produce piedad y orden en la Iglesia. Si hay verdad, ella es
"según la piedad."
Tito
había permanecido en Creta con el propósito
de establecer ancianos allí en cada ciudad. Pablo y Bernabé habían hecho tal
obra, como se muestra en Hechos 14: 23, y Pablo había delegado autoridad en
Tito para hacerlo. Él puede haber delegado también tal autoridad en Timoteo,
aunque esto no se indica; pero él realmente escribió a Timoteo en cuanto a las
cualidades de un anciano u obispo. Se insiste, obviamente, en la piedad si uno
iba a ser establecido para tal obra.
Hoy en día no hay nadie que tenga autoridad para
efectuar tales nombramientos, sin embargo, los santos deberían reconocer
fácilmente a hombres con tales
cualidades, y respetar su experiencia y juicio, aparte de cualquier
nombramiento.
Notemos,
también, la insistencia en la piedad en
las variadas relaciones de los santos de Dios, los unos para con los otros, y
que Tito fue exhortado a ser un ejemplo para todos ellos. Aquellos que habían
creído a Dios debían ser exhortados seriamente a poner solicitud en practicar
las buenas obras. Esto no es simplemente abstenerse de obrar mal, sino de
comprometerse en aquello que es positivamente beneficioso para el bien de los
demás. Vemos a través de estas líneas que "cuidar" almas es una obra
valiosa.
57 – FILEMÓN
"Pues
tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido
confortados los corazones de los santos."
(Filemón 7)
Filemón
("uno que besa") no es,
estrictamente hablando, una epístola a un individuo, puesto que también es
dirigida a otros: a una hermana que probablemente puede ser la esposa de
Filemón; y a un hermano, Arquipo, de quien se habla como "compañero de
milicia", un hombre particularmente dotado de parte del Señor para el
ministerio (comparar con Colosenses 4: 17); y a la asamblea que se reunía en
casa de Filemón. Aunque escrita en un tono personal, sin embargo se hizo de
ella una materia de interés y preocupación para toda la asamblea.
Esta
epístola es un hermoso ejemplo de la gracia
divina que procura despertar en los corazones de los santos un verdadero
regocijo por la salvación de un esclavo fugitivo quien, convertido por medio de
Pablo en prisión, es enviado ahora de regreso por el apóstol a Filemón, su amo.
Y Pablo desea que él sea recibido, no sólo por Filemón, sino por su esposa, por
uno que trabaja en difundir la Palabra, y por la asamblea. La gracia se deleita
en la más plena restauración, no meramente en medidas parciales.
Pero
Pablo, sabiamente y de forma amable, apela a
Filemón sobre la base de la gracia que él sabía que ya había influenciado
profundamente a este amado hermano al confortar los corazones de los santos. La
gran gratitud y el estímulo sentido por el apóstol debido a esto, disiparían,
con toda seguridad, cualquier resentimiento que Filemón podría haber sentido
hacia Onésimo.
El
significado del nombre Filemón es una
encantadora indicación del gozo de la reconciliación; y el libro seguramente
hará surgir los más tiernos sentimientos de deleite en la gracia restauradora
de Dios.
58 – HEBREOS
"Cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará
vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo."
(Hebreos
9:14)
Hebreos
("los que van pasando") no
menciona al escritor (aunque, sin duda, el escritor fue Pablo), sino que
comienza con Dios y muestra que la revelación del Nuevo Testamento es
consistente, y sin embargo presenta un gran contraste, con la del Antiguo
Testamento. En efecto, las profecías, los tipos, y los personajes típicos son
contemplados teniendo su maravilloso cumplimiento al hablar Dios ahora desde el
cielo en la persona de Su Hijo, el Creador y Sustentador de todas las cosas. Su
eterna Deidad y Su verdadera Humanidad son clara y cuidadosamente declaradas, y
Él mismo sustituye toda revelación parcial del Antiguo Testamento de los
pensamientos de Dios.
Su
gran obra de redención es contemplada en su
valor eterno delante de Dios. Él es visto habiendo entrado en el cielo mismo,
estableciendo una herencia celestial y eterna para toda alma redimida, un
contraste con la esperanza terrenal de Israel. Él es el Gran Sumo Sacerdote,
que traspasó los cielos, por quien nos acercamos y rendimos culto a Dios, y
quien sostiene y se compadece de Sus santos en todas sus presentes necesidades.
De
esta forma, el creyente es visto como estando
en la tierra pero poseyendo una esperanza celestial, y de esta forma, en un
sentido real, es alguien que 'va pasando' a través de un mundo que le es
adverso. Toda religión de carácter terrenal (incluso el Judaísmo, previamente
establecido por Dios), es vista como un "campamento" hostil a la
gloria de esta revelación celestial. El creyente, entonces, es llamado a salir
al Señor Jesús "fuera del campamento."
Hebreos
es un libro precioso por la claridad de
sus líneas que marcan los límites en cuanto a la fe, el andar, y la adoración
Cristianos.
59 – SANTIAGO
"Pero la sabiduría que es de arriba, es
primeramente pura, luego pacífica, apacible, propensa a complacer, llena de
misericordia y de buenos frutos, sin parcialidad, sin hipocresía."
(Santiago
3:17)
Santiago
(N. del T.: Contracción castellanizada de
dos palabras latinas, sanctus Iacobus, que quiere decir San
Jacobo - Fuente: Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia de
Wilton M. Nelson y Juan Rojas Mayo, Editorial Caribe - Otra
variante: Sant Yago) no está dirigida a la Iglesia sino "a
las doce tribus que están en la dispersión." El Cristianismo temprano
desde el punto de vista de los creyentes Judíos es, por consiguiente, su tema
evidente. No había aún ninguna separación de las sinagogas Judías (capítulo 2:2
- Versión Moderna, donde se lee, "Porque si entrare en vuestra sinagoga un
hombre con anillo de oro, etcétera"), tal como insiste más tarde la Epístola a los Hebreos sobre esto.
Por
este motivo la epístola de Santiago ha sido
llamada "la cuna del Cristianismo." Ella trata con principios
elementales.
Con
todo, no pensemos que no es necesaria para
nosotros debido a que suponemos estar avanzados en el conocimiento de la
verdad. Si nosotros no hemos aprendido los principios elementales, entonces no
estamos aprendiendo correctamente verdades más avanzadas; y es importante,
también, que estas verdades primarias deban ser examinadas continuamente para
tener una aplicación consistente y práctica del Cristianismo en su totalidad.
Puesto que mientras que un estudiante aprende más en los cursos más altos, él
también puede olvidar fácilmente lo que aprendió en los cursos inferiores.
Tampoco
estas cosas se aprenden por medio de la
simple sabiduría natural. Ellas requieren sabiduría de lo alto como una
realidad viva en el corazón; y el creyente sabe bien que solamente una comunión
verdadera y consistente con el Señor puede mantener esto.
Este
libro insiste en la fe mostrada por medio de
las obras. No dice que esto justifique delante de Dios, pero si lo hace delante
de los hombres. Es sólo hipocresía hablar de tener fe y, sin embargo, no
mostrarla en la propia conducta.
Esta epístola,
por lo tanto, es profundamente necesaria para que los hijos de Dios se examinen
en cuanto a las más simples responsabilidades de la conducta.
60 – 1ª PEDRO
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, el cual, conforme a su grande misericordia, nos ha reengendrado
para una esperanza viva, por medio de la resurrección de Jesucristo de entre
los muertos."
(1ª
Pedro 1:3 - Versión Moderna)
1ª
Pedro ("una piedra") también está
dirigida a los creyentes Judíos, dispersos en el Asia Menor, pero no como
todavía relacionados con el Judaísmo. Mas bien, ellos están separados y padeciendo,
extranjeros y peregrinos en más de un sentido. En un sentido mucho más elevado
del que alguna vez había sido verdad acerca de la nación de Israel, ellos eran
un pueblo que "no será contado entre las naciones." (Números 23: 9).
La de ellos era una elección eterna de Dios, una santificación del Espíritu (no
de meras ordenanzas formales), y una herencia reservada en los cielos, ya que
Cristo ha resucitado y está a la diestra de Dios.
El
padecimiento de ellos no era sino el castigo
necesario de la mano gobernante de un Padre. Él gobierna sabiamente entre Sus
propios hijos para bien de ellos teniendo en vista la eternidad. Por otra
parte, su padecimiento manifestaría el triste fin de aquellos que no obedecen
el evangelio.
Esta
línea de verdad es claramente la del reino de
Dios más que la del cuerpo de Cristo, la Iglesia; puesto que a Pedro le fueron
dadas las llaves del reino de los cielos. En efecto, en Pedro se ve
personalmente el trato eficaz del gobierno del Padre; y es precioso verle
siendo usado con gracia y poder por Dios, después de fracasar tan tristemente
negando al Señor.
61 – 2ª PEDRO
"Como todas las cosas que pertenecen a la
vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento
de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia."
(2ª
Pedro 1:3)
2ª
Pedro es la provisión de Dios en vista de la
atrevida corrupción de la Cristiandad en su resuelto desafío a la autoridad del
Señor Jesús y a la potestad del Padre. Falsos maestros no sólo no harían caso,
sino que sistemáticamente socavarían todo verdadero principio de la potestad de
Dios.
Por
consiguiente, ¿eximirá esto a los piadosos de
su responsabilidad de obedecer? ¡Muy por el contrario! Mas bien, se hace la más
plena provisión para estimular el sometimiento implícito del corazón a Él. Su
autoridad aún triunfará absolutamente, con un terrible juicio que ha de ser
enfrentado, no sólo por el mundo impío, sino por los impíos profesantes de la
Cristiandad.
El
divino poder de Dios ha suministrado
maravillosamente y de gracia todas las cosas necesarias para sostener aquella
vida fresca y vibrante que está en contraste con la estancada ausencia de vida
de la apostasía. También suministra la piedad que es tan valiosa en una época
en que predomina la impiedad. Y esta provisión está relacionada con el
conocimiento vital de Él personalmente, el Dios viviente revelado en la Persona
del Señor Jesús. Él nos llama por medio de Su gloria y excelencia, es decir, Él
pone ante nuestros ojos Su gloria como el objetivo en el que hay que fijar la
vista, y Su excelencia como un incentivo precioso y actual; ya que tal virtud
es la que se ve en toda la historia del Señor Jesús.
Aquí
se habla de la certeza del juicio venidero de
Dios en términos serios, que inspiran temor , — y esto no sólo de los juicios
de la Tribulación, sino de los cielos y la tierra ardiendo. Y temas tales
tienen la intención de tener un efecto santificador en las almas.
62 – 1ª JUAN
"Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y
nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y
nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el
verdadero Dios y la vida eterna."
(1ª
Juan 5:20 – La Biblia de las Américas)
1ª
Juan habla extensamente y de forma hermosa de
la gran verdad de la vida eterna que mora en el creyente, la vida que es
la naturaleza misma de Dios, y que ha sido perfectamente manifestada en la
bendita Persona de Su Hijo. Si nosotros deseamos aprender correctamente sus
características, ellas resplandecen radiantemente en toda la historia del Señor
Jesús en la tierra.
Dos
grandes expresiones resumen para nosotros la
bienaventuranza de esta naturaleza divina. "Dios es luz", y, "Dios
es amor." De esta forma, tres maravillosos y profundamente necesarios
misterios de la naturaleza , —vida, luz, y amor , — llegan a ser símbolos de
misterios espirituales infinitamente mayores, los cuales, no obstante, son
conocidos y disfrutados por medio de la fe en el Hijo de Dios.
Las
palabras 'saber', y, 'conocer', y sus
derivadas aparecen con frecuencia en este libro, haciendo de su verdad una
realidad viviente y absoluta en los corazones de los creyentes. No debe caber
ninguna duda de que el Hijo de Dios ha venido, y que al venir ha otorgado a los
creyentes un conocimiento, — no meramente de reglas y doctrinas, — sino de conocer
la gloria personal de Aquel que es Verdadero, y de conocer nosotros mismos que
somos vistos por Dios como estando "en Él." También es vista
claramente la perfecta unidad del Padre y el Hijo en esta obra infinitamente bienaventurada.
Entonces,
cuán valioso es en efecto este libro al
entregar una establecida convicción al creyente de la realidad de su relación
vital como un hijo de Dios. También estimula a la devoción y afecto filial para
con su Dios y Padre.
63 – 2ª JUAN
"Cualquiera
que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el
que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo."
(2ª Juan 9)
2ª
Juan es la única Epístola en la Escritura que
está dirigida a una mujer. 1ª Juan ha establecido los benditos principios de la
verdad (o luz) y del amor revelados en la persona del Hijo de Dios. Ahora esta
epístola enfatiza la necesidad de mantener fielmente la verdad, incluso por una
mujer amable y de tierno corazón.
Muchos
engañadores circulaban en aquel entonces
por todas partes, y el objetivo principal de Satanás era el hogar. Él apelaría
especialmente a la naturaleza cortés y receptiva de la mujer. Aunque Juan tenía
la intención de visitarla pronto allí, no obstante Dios requirió de él que
escribiese sin demora. Esta mujer piadosa debía ser protegida de tal maldad
insidiosa. Tales engañadores se han multiplicado hoy en día, aquellos que no
confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Su eterna Deidad y Su Humanidad
verdadera y pura, son temas vitales.
Si
alguno "se extravía", en este
aspecto, reclamando haber avanzado en cuanto a la verdad y al conocimiento por
sobre lo que está revelado en la persona de Cristo, el tal "no tiene a
Dios."
Hoy
en día, muchas personas de esta clase , — los
así llamados 'Testigos de Jehová', Mormones, y muchos otros, — procuran
introducirse en los hogares con sus doctrinas sutiles y mortales.
"La
señora elegida" no solamente debía
rehusarles la entrada, sino que ni siquiera debía darles la bienvenida. Ya que
esto la haría participar de sus malas obras. Ella no debe mostrar amor al mal;
ya que el amor debe ser "en la verdad."
Detestemos
solemnemente, también nosotros, un mal
de esa clase, separándonos totalmente de él en fidelidad verdadera para con
Aquel que es el "Hijo del Padre, en verdad y en amor."
64 – 3ª JUAN
"Amado,
yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma."
(3ª Juan 2)
3ª
Juan tiene mucho que decir, otra vez, acerca de
la verdad y el amor, pero pone énfasis en el amor como acompañamiento necesario
de la verdad. Ya que una nueva forma de mal había surgido: a saber, la de un
hombre en la asamblea que reclama estar actuando en la verdad y, sin embargo,
expulsando a otros , — negándose a recibir incluso al apóstol Juan. Si el amor
por los santos de Dios es ignorado de esta manera, entonces ningunas
reclamaciones de "la verdad" pueden mantenerse en pie. La verdad y el
amor deben mantenerse juntos, como complementos la una del otro, ya que en esto
consiste la naturaleza misma de Dios.
Gayo,
a quien Juan escribe, es encomendado para
que su alma sea prosperada, y Juan expresa el deseo de que él sea igualmente
prosperado en salud. Puede ser que él no haya sido bendecido con fortaleza
física para soportar mucho con respecto a controversia; pero, su andar en la
verdad y su fiel cuidado y amor para con los que habían continuado en la obra
del Señor son altamente elogiados.
En
este caso, los "desconocidos"
mencionados son muy diferentes de los "engañadores" de 2ª Juan. Ellos
eran hermanos, previamente desconocidos para Gayo, quienes se dedicaban
desinteresadamente a la obra de Cristo, no tomando nada de manos de los
Gentiles , —es decir, obviamente, de los que no habían sido salvos. De igual
forma que los engañadores debían ser rechazados totalmente, así debían ser
plenamente recibidos los verdaderos siervos de Cristo..
Cultivemos
esta piadosa calidez de afecto en un
equilibrio apropiado a la verdad, poniendo atención al ministerio de esta
Epístola. Nuevamente el apóstol escribe, a pesar de tener la intención de ir en
breve.
65 – JUDAS
"Amados, por el gran empeño que tenía en
escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de
escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para
siempre fue entregada a los santos."
(Judas
3 – La Biblia de las Américas)
Judas
("alabanza"), aunque profundamente
deseoso de escribir, no había tenido en absoluto la intención de escribir de la
forma que lo hizo. Sin duda que habría sido una tarea mucho más agradable y
preciosa escribir acerca de la común salvación, pero Dios, quien le había dado
el deseo de escribir, había decidido que el mensaje de Judas debía ser un
mensaje de exhortación intensamente serio, que los santos debían contender
ardientemente por la fe.
Se
ha hablado de su libro como contemplando 'la
decadencia y la muerte del Cristianismo en el mundo.' Porque su tema es la
apostasía, la transformación deliberada de la gracia de Dios en libertinaje ("lascivia"
en la Versión Moderna H.B.Pratt, "disolución" en la versión Reina
Valera Antigua - N. del T.) por hombres impíos entrando
encubiertamente en el círculo de la Cristiandad profesante.
Su
lenguaje es fuerte y profético. Él usa la
historia de pasadas ocasiones de rebelión contra la autoridad llena de gracia
de Dios, para ilustrar la condición que se desarrollaría en el Cristianismo en
los últimos días. Aunque la nación de Israel había sido bendecida al ser libertada
de Egipto, con todo, muchos perecieron en el desierto a causa de la
incredulidad. Incluso ángeles, grandemente bendecidos por Dios, fueron abatidos
a una eterna oscuridad a causa de la rebelión. Sodoma y Gomorra, Caín, Balaam,
Coré, todos proporcionan terribles advertencias del justo juicio de Dios.
Si
todo esto parece de un pesimismo negativo, con
todo, las palabras finales de Judas que comienzan con, "Pero vosotros,
amados", son un amoroso estímulo positivo para una fe que confía en el
Dios Vivo; y la palabra 'Alabanza' permanece como la actitud apropiada de los
hijos de Dios donde el gran nombre de Dios ha sido deshonrado.
66 – APOCALIPSIS
"Yo
Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.
Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana."
(Apocalipsis
22:16)
Apocalipsis,
escrito por Juan el apóstol, es un resumen profético de los modos de Dios con
el hombre. Una historia que comenzó en Génesis en frescura y sencillez puras,
ahora finaliza en grandes implicaciones y complicaciones ocasionadas por la
culpabilidad acumulada y el voluntarioso desorden del hombre.
Pero nuestro
gran Dios en deliberación tranquila, majestuosa, desenreda la madeja enredada,
y juzga en perfectos tiempo y orden, conforme a Su divina sabiduría.
Tres
divisiones principales en el libro serán de gran ayuda al estudioso:
1.
"Las
cosas que has visto" (cap. 1);
2.
"Las
que son" (caps. 2 y 3);
3.
"Las
que han de ser después de estas" (caps. 4 al 22).
La primera es
el pasado; la segunda el presente, que tiene su aplicación a la época de la
Iglesia; y la tercera es futura. En los capítulos 2 y 3 el Señor Jesús es visto
en un sublime discernimiento juicioso del estado de las siete asambleas, siendo
estas proféticas de la historia completa de la Iglesia desde su inicio hasta la
venida del Señor. Pues el juicio debe comenzar por la casa de Dios.
La victoria
del Señor Jesús sobre todas las cosas, Su reino de mil años, Su juicio desde el
gran trono blanco, la eterna gloria de Dios en el cielo nuevo y la tierra nueva,
— estos son algunos de los grandes temas del libro. ¡Gloriosa culminación de
los magníficos consejos de Dios!
Cuán apropiado
es, también, que esta última palabra de parte de Dios declare bendición para
aquellos que lean, oigan, y guarden estas verdades sagradas.
L. M. Grant
Traducido del Inglés por: B.R.C.O. en 2001 para Biblecentre.org. – Revisado
en 2021.
Versión inglesa
ANTIGUO TESTAMENTO: http://biblecentre.org/content.php?mode=7&item=1337
Versión
inglesa NUEVO TESTAMENTO: http://biblecentre.org/content.php?mode=7&item=1338