EDIFICACIÓN ESPIRITUAL CRISTIANA EN GRACIA Y VERDAD

CONVERSIÓN (Charles Stanley - 1821-1890)

INICIO / AUTORES y SECCIONES
Escritos de H. C. ANSTEY
Escritos de J. G. BELLETT
Escritos de J. N. DARBY
Escritos de EDWARD DENNETT
Escritos de W. W. FEREDAY
Escritos de F. W. GRANT
Escritos de F. B. HOLE
Escritos de WILLIAM KELLY
Escritos de C. H. MACKINTOSH
Escritos de J. T MAWSON
Escritos de F. G. PATTERSON
Escritos de SAMUEL RIDOUT
Escritos de H. H. SNELL
Escritos de G. V. WIGRAM
Escritos de G. C. WILLIS
Escritos de W. T. P. WOLSTON
Escritos de otros Autores: A.E.BOUTER, E.N.CROSS, A.C. GAEBELEIN, F.WALLACE, N. NOEL...
ENLACES/LINKS

MOBI

EPUB

Para oír o descargar sírvase pulsar este botón

Duración: 11 minutos, 43 segundos

Leer o descargar PDF

CONVERSIÓN

 

Charles Stanley (1821-1890)

 

Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RV60) excepto en los lugares en que además de las comillas dobles ("") se indican otras versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito.

 

"Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es." (Evangelio de Juan capítulo 3, versículo 6).

 

En la tierra hay dos familias; una familia son los hijos de ira, la otra son los que han sido justificados para siempre y hechos uno con el hombre glorificado, Cristo Jesús. Como Él dice: "He aquí, yo y los hijos que Dios me dio". (Hebreos 2: 11, 13). Todo hijo de Adán tiene la naturaleza de Adán, caída y completamente pecadora; y todo hijo de Dios tiene la naturaleza de Dios, la cual no puede pecar. "Aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado". (1a. Juan 5: 18).

 

No obstante lo clara que es la gran diferencia entre los dos yo me he encontrado con muchos que no saben nada acerca de lo que es nacer de nuevo; ellos están tan ciegos como para pensar que la vieja naturaleza de Adán no es tan mala sino que con educación y entrenamiento dicha naturaleza puede ser buena y santa. Por otra parte, otros tienen los ojos tan oscurecidos como para suponer que un poco de agua regenerará a un niño caído y pecador. Nosotros sabemos que ello no es así sino que el niño crece como un pecador caído y depravado.

 

Pero hay otra clase de personas que piensa que la conversión, o el nacer de nuevo, es un cambio de la naturaleza corrupta del viejo Adán (llamada en las Escrituras "la carne"), a una naturaleza santa y pura. Muchos que están enseñados a orar por un corazón nuevo quieren decir esto mismo; ellos oran para ser convertidos, es decir, quieren que la vieja naturaleza de Adán les sea cambiada a la nueva naturaleza de Cristo. Este es un error muy desconcertante y es un error que da grandes problemas a almas despertadas. Yo no puedo encontrar tal postura acerca de la conversión en todo el Nuevo Testamento. En ninguna parte dice que lo que es carne (es decir, nuestra naturaleza caída de Adán) será cambiada. Nosotros seremos perfectamente liberados de ella en la venida de Cristo: "El cual transformará nuestro vil cuerpo, para que sea hecho semejante a su cuerpo glorioso". (Filipenses 3: 21 - VM). Hasta entonces, nosotros que hemos nacido de nuevo, que somos hijos de Dios, que tenemos el Espíritu de adopción, que somos coherederos con Cristo, — sí, el Apóstol dice: "También nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo". (Romanos 8: 15-23). Supongamos un alma realmente vivificada por el Espíritu Santo; ahora bien, una postura tan falsa acerca de la conversión podría mantener a esa alma en duda y en esclavitud toda su vida. Aquel que cree en Jesús orará muy fervientemente y deseará ser completamente liberado de esa mala naturaleza de Adán, la cual es la plaga de su corazón; y es muy cierto que cuando Cristo venga este será para siempre el caso. Nosotros "sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es". (1ª. Juan 3: 2). La fe triunfa en esta bendita expectativa.

 

Pero ahora al alma realmente vivificada por el Espíritu se le dice que en la conversión esta vieja naturaleza vil es cambiada y es hecha santa. Una persona tal es muy feliz por un tiempo pero en breve descubre que todavía existe la misma vieja naturaleza caída con sus corruptas concupiscencias, y debido a esta postura errónea acerca de la conversión dicha alma está ahora totalmente confundida y comienza a cuestionar seriamente si alguna vez ella se convirtió en absoluto. Nadie puede decir por cuál miseria pasan tales personas; porque es después que hemos nacido de nuevo que nosotros sabemos lo que realmente es la plaga y la pecaminosidad del pecado en la carne. "Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu" (Gálatas 5: 17); y además, "Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de la carne". (Gálatas 5: 16 – JND, LBA, RVA, VM, WK). ¿Acaso no demuestra esto que el creyente regenerado tiene todavía una naturaleza mala; el viejo hombre corrupto; y que si no fuera porque el bendito Espíritu Santo mora en él indudablemente él cumpliría sus aborrecibles deseos? Señor, mantén a cada creyente vigilante.

 

Entonces, ¿qué es la regeneración? — Es una obra enteramente de Dios, — una nueva creación. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es (o "nueva creación"); las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios". (2ª Corintios 5: 17, 18). Presten ustedes atención a esto, "todo esto proviene de Dios". Nada proviene del pobre hombre corrupto y caído pues en Juan 1: 3 leemos, "Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios". En el principio cuando Dios creó este mundo, ello no consistió en hacerlo o en transformarlo de materiales viejos; así es en la nueva creación, no es una remodelación o purificación de la vieja naturaleza humana corrupta. Nunca en la Escritura.

 

Cristo, habiendo consumado la redención, resucitó de los muertos, la Cabeza de la nueva creación. El Espíritu de Dios no comienza con algo en el pecador sino que comunica aquello que está enteramente fuera del pecador; sí, la vida y la naturaleza de resurrección mismas de Cristo, el cual ha resucitado y está a la diestra de Dios; y nosotros somos así 'nacidos de lo alto'. ¡Oh, qué vida! Cristo debe morir en el cielo antes de que esta vida resucitada pueda ser destruida en un solo creyente. Porque Él vive, nosotros también vivimos. (Véase Juan 14: 19).  Debe ser así; es una vida en Él y en nosotros. Y ¡qué naturaleza es tener la nueva naturaleza del hombre resucitado, Cristo Jesús! "Como él es, así somos nosotros en este mundo". (1ª. Juan 4: 17). ¡Qué maravillosa posición es ésta, y en cuanto al viejo hombre, la vieja naturaleza de Adán, es ¡considerado muerto! Todo lo de la vieja naturaleza ("las cosas viejas pasaron") muerto ante Dios, todo es nuevo en Cristo; se nos ha dado vida juntamente con Cristo; resucitados juntamente con Cristo; sentados en los lugares celestiales con Cristo. (Efesios 2: 5, 6). No tenemos que esperar hasta la muerte; todo es ahora nuestro en Cristo, la cabeza resucitada.

 

¿Cómo pueden ser estas cosas? ¿Cómo se convierte una persona? "El viento sopla de donde quiere… así es todo aquel que es nacido del Espíritu". (Juan 3: 8). "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado". Esta es la manera, y la única manera,. — el único medio mediante el cual los pecadores se convierten. Todo lo demás es farsa y un engaño. Ello es locura para los hombres pero es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.(Romanos 1: 16). Tal como la serpiente fue puesta delante del israelita herido de muerte así ahora Cristo crucificado y resucitado es puesto delante de los perdidos, muertos, heridos por el pecado, hijos de los hombres; y aquel que cree es pasado de muerte a vida, nace de Dios, tiene vida eterna. Aquel que mira, vive. (Véase Números 21: 4-9).

 

Mi lector puede preguntar: «¿Cómo puedo yo saber que he nacido de Dios, — que soy hijo de Dios?» ¿Yo respondo, ¿y cómo sabes que tu cuerpo nació alguna vez? Vaya, tu muy humana existencia lo demuestra. Así la nueva naturaleza demuestra que tú has nacido de Dios. Yo no miro en mi interior ni voy al espejo para ver si mi vista es buena. Yo miro un objeto y si lo veo claramente eso demuestra que tengo buena vista. Pregunto, ¿Has visto a Jesús muriendo en la cruz por tus pecados? ¿Le has visto resucitar de la tumba vacía para tu justificación? ¿Es Él tu única confianza? ¿Le ves a la diestra de Dios habiendo efectuado primero la purificación de tus pecados? ¿Le ves intercediendo por ti? ¿Le ves claramente; glorioso, de todas formas precioso y lleno de tierno amor para tan pobres y perdidos pecadores como tú? Ah! si es así como tú ves a Jesús, ello no es lo que el viejo hombre ve. El viejo y corrupto corazón humano nunca ve y confía así en Jesús. La vieja naturaleza mira el interior y quiere encontrar algo bueno para Cristo. La fe, que nunca es de la voluntad de la carne sino del Espíritu de Dios, mira afuera, a Cristo, y ve que Él es todo de Dios para el pobre pecador. "Lo que es nacido de la carne, carne es". (Juan 3: 6). "Los designios de la carne son enemistad contra Dios". (Romanos 8: 7). Por lo tanto la mente carnal, la carne, nunca puede confiar en Cristo. Por tanto, si mi lector confía sólo en Cristo, no necesita preguntar: «¿Estoy convertido?» Ello es muy cierto. Pero ¿dices tú?: «Encuentro tanta maldad en mi vieja naturaleza» Eso es exactamente lo que todo hijo de Dios encuentra y lamenta diariamente; pues si tú no fueras hijo de Dios no te lamentarías por ello. Pero, ¿qué dice la Escritura? "El pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia". (Romanos 6: 14). ¡Preciosa promesa! ¡Feliz estado! Efectivamente, si un hijo de Dios, con independencia de cuán tentado está, — sí, aunque tú puedes haber caído, — aunque todavía encuentres que se trata de un duro conflicto, aun así y por la gracia de Dios el pecado no tendrá el dominio. Mala como la carne es, y no podría ser peor, el creyente nada le debe a ella, sino que él es más que vencedor por medio de aquel que lo amó. (Romanos 8: 37). Así sea contigo.

 

C.S.

 

Traducido del Inglés por: B.R.C.O. – Septiembre 2023

 

Otras versiones de La Biblia usadas en esta traducción:

JND = Una traducción del Antiguo Testamento (1890) y del Nuevo Testamento (1884) por John Nelson Darby

LBA = La Biblia de las Américas, Copyright 1986, 1995, 1997, 2000 por The Lockman Foundation, Usada con permiso.

RVA = Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial Mundo Hispano).

VM = Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).

WK = Una traducción del del Nuevo Testamento por William Kelly

Título original en inglés:
CONVERSION, by Charles Stanley
Traducido con permiso

VERSION INGLESA
ENGLISH VERSION