Los
Tiempos de los Gentiles
Todas
las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que además de las comillas dobles ("") se indican otras
versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito.
Paul Wilson
3ª Parte
de: TÉRMINOS PROFÉTICOS
Leamos un versículo
del evangelio según Lucas en el que encontramos utilizado el término arriba mencionado.
"Y caerán
a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles,
hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan". Lucas 21: 24.
La palabra "gentil"
es usada en las Escrituras para describir a todas las naciones que no son judías. Antes de los días del cristianismo
sólo había judíos y gentiles en la tierra, pero ahora hay otro cuerpo conocido en las Escrituras como
la "iglesia de Dios", la cual está compuesta por los que son salvos de entre judíos y gentiles. Los
tres son mencionados en un versículo,
"No seáis
tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios". 1ª Corintios 10: 32.
Antes de definir
lo que significa el término "los tiempos de los gentiles", nosotros tendremos que considerar la historia
de los judíos.
Dios escogió
a la descendencia de Abraham como Su pueblo especial en la tierra. Ellos fueron señalados aún más en
Isaac y Jacob; y cuando Dios dio a las naciones la herencia de ellas en la tierra, estableció sus límites "según
el número de los hijos de Israel". (Deuteronomio 32: 8). Ellos eran Su posesión especial en la tierra entre
la humanidad. Él les dio Sus promesas y luego Sus pactos. Después de haber sido redimidos de la esclavitud de
Egipto Él descendió y habitó en medio de ellos.
Dios les dio también
la tierra de Canaán como posesión y expulsó a los habitantes de aquella tierra. Sin embargo, Él
no los expulsó sin un motivo justo y suficiente. Las siete naciones que habitaban aquella tierra eran sólo arrendatarios
en ella ya que toda ella pertenecía a Dios. Por su gran maldad estas naciones contaminaron la tierra en que habitaban;
y Dios dijo a Abraham que Él daría la tierra de Canaán a su descendencia, pero no todavía, porque
"aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí". (Génesis 15: 16). Este es
un principio el lo que respecta a Dios. Él nunca actúa en juicio sino hasta que no hay otra alternativa. Él
espera largo tiempo en paciencia pero cuando la iniquidad alcanza su punto máximo Él debe actuar en juicio.
De modo que cuando
la iniquidad de los paganos que ocupaban la tierra de Canaán llegó al límite Dios dio la tierra a los
hijos de Israel. Él los sacó de Egipto y los instaló en la tierra donde desde siempre estaban Sus ojos,
"desde el principio del año hasta el final de él". (Deuteronomio 11: 12 – RVA).
No tenemos espacio
aquí para relatar la multitud de bendiciones que fueron concedidas a los israelitas en su tierra, pero todos conocemos
la triste historia de fracaso que siguió a continuación. Si bien los paganos habían contaminado la tierra
antes, Israel lo hizo después. En el Salmo 106: 38 leemos que ellos contaminaron la tierra con sangre. Ellos aprendieron
las obras de los paganos y adoraron a sus dioses falsos. De hecho, la condición en aquella tierra llegó a ser
tan mala, o incluso peor, de lo que era cuando estaba habitada por los paganos a quienes Dios desplazó a debido a su
iniquidad. Observen ustedes este versículo:
"Manasés,
pues, hizo extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones que
Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo,
mas ellos no escucharon". 2º libro de Crónicas 33: 9, 10.
Efectivamente,
ellos no quisieron oír. Nosotros leemos que Dios les envió muchos mensajeros pero ellos despreciaron a los mensajeros
y maltrataron a Sus profetas hasta que "no hubo remedio". 2º libro de Crónicas 36: 14, 16.
Si Dios no hubiera
actuado en aquel entonces ello habría demostrado que Él era tan descuidado de Su gloria como ellos lo eran.
¡Él debía actuar! La cercanía misma de ellos a Dios y su lugar de favor especial no los eximió
del castigo, — ¡No! Eso lo aumentó. Los favores especiales de Dios aumentan nuestra responsabilidad tal
como leemos acerca de Israel,
"A vosotros
solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades".
Amós 3: 2.
Finalmente, después
de todo posible esfuerzo por parte de Dios para hacer recapacitar a Su pueblo terrenal Él envió a Nabucodonosor,
el rey de Babilonia, para castigar a esa nación culpable. Noten ustedes estas palabras:
"Y el Señor
entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra
de Sinar, a la casa de su dios". Daniel1: 2.
Efectivamente,
el Señor entregó a los hijos de Judá en manos de este monarca gentil. De hecho, Dios dio a este rey un
dominio universal y retiró Su trono de la tierra. Anteriormente (Josué 3: 11) Dios fue llamado "Señor
de toda la tierra"; pero en el libro de Daniel, Él es llamado el "Dios del cielo". (Daniel 2: 18, 19,
37, 44). Israel, que había sido llamado "Su pueblo", es llamado entonces "no sois mi pueblo". (Oseas
1: 9). Este gran cambio que ocurrió cuando Dios retiró Su trono de esta tierra y entregó Su pueblo terrenal
al control gentil señaló el comienzo de los "tiempos de los gentiles". Este cambio tuvo lugar alrededor
del año 606 a.C.
Y aunque un remanente
de Judá regresó de la cautividad setenta años después, sólo lo hizo bajo el poder y el
control de los gentiles, por lo cual los "tiempos de los gentiles" continuaron, y hoy aún continúan.
Cuando nuestro
Señor habló en el evangelio según Lucas capítulo 21, Él dijo que después de Su discurso
Jerusalén iba a ser "hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan". Esto sucedió
también alrededor del año 70 d.C. Esa palabra "hasta" nos dice que habrá un claro final de
este período. De hecho, nos estamos acercando al final de este período, — ‘¿cuán cerca
estamos? nosotros no sabemos. Pero terminará cuando Cristo el Señor salga del cielo con Sus santos para ejecutar
juicio sobre esta tierra que rechaza a Cristo.
La descripción
de los "tiempos de los gentiles" se encuentra en el segundo capítulo del libro de Daniel en la imagen de
un hombre. La última parte de esta figura del "hombre de la tierra" son los pies y los dedos de los pies
los cuales describen la última parte y el estado del poder gentil antes del fin de este período de tiempo. Entonces,
como vemos en Daniel capítulo 2, el Señor saldrá del cielo para ejecutar juicio como ‘la piedra
que del monte fue cortada, no con mano‘ (Daniel 2: 45); y Él herirá la parte entonces existente del dominio
Gentil (los pies y los dedos de los pies de la imagen, — el Imperio Romano reavivado) en Su ira, y desmenuzará
todas las cosas. Después de ejecutar el juicio Su reino llenará toda la tierra e Israel será nuevamente
llevado a un lugar de bendición y prominencia; pero será un nuevo Israel, — ellos tendrán un nuevo
corazón en aquel día.
Que el Señor
conceda que todos nosotros podamos ver cuán cerca estamos del fin de este siglo. Que esperemos a nuestro Señor
desde el cielo y tomemos las cosas de la tierra con más desinterés.
Paul Wilson
Traducido del
Inglés al Español por: B.R.C.O.- Octubre 2024.
Otras
versiones de La Biblia usadas en esta traducción:
RVA
= Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial Mundo Hispano).