EL
ESTADO ETERNO
Todas
las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que además de las comillas dobles ("") se indican otras
versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito.
Paul Wilson
12ª Parte
de: TÉRMINOS PROFÉTICOS
Aunque el Antiguo
Testamento habla extensamente de la venida del Reino Milenario de Cristo, y hay algunas referencias a ello en el Nuevo Testamento,
muy poco se dice en el Nuevo Testamento acerca del estado eterno, — los cielos nuevos y la tierra nueva, — y dicho
estado no está mencionado en el Antiguo Testamento. Algunos versículos del Antiguo Testamento son citados en
el Nuevo y son aplicados allí al estado eterno, pero el Antiguo Testamento no va más allá del Milenio.
El Milenio será
una época gloriosa para la tierra actual y durará mil años; sin embargo a la postre llegará a
su fin. Nosotros hemos mencionado anteriormente que cuando el Milenio finalice el corazón del hombre enemistado con
Dios se demostrará de nuevo, aun después de tan abundante benignidad. El fuego de Dios que sale del cielo consumirá
a los rebeldes.
El diablo que
engaña otra vez a los hombres después de su corta liberación de su confinamiento en el pozo del abismo
o abismo será arrojado entonces al "lago de fuego y azufre". Este es su emplazamiento final. Cuando él
es arrojado a ese horrible lugar se dice que la bestia (la cabeza de un Imperio Romano revivido) y el falso profeta (el anticristo)
todavía están en aquel lago de fuego y azufre. Ellos habían sido arrojados allí mil años
antes, cuando Cristo regresó para reinar. Aunque ellos están en el lago de fuego durante mil años, no
son aniquilados. Allí permanecerán ellos y el diablo juntos, y serán atormentados día y noche
por los siglos de los siglos". (Apocalipsis 20: 10). El deseo del hombre es el origen de su pensamiento de aniquilación,
pero ese es un concepto ajeno a la Palabra de Dios.
Hay una eternidad
de castigo para la bestia, el falso profeta y el diablo (y para todos los que mueren en sus pecados), según la palabra
de Aquel que "no miente".
Algunos han pensado
y escrito que el diablo es rey en el infierno, pero la Escritura lo describe como siendo atormentado allí día
y noche. Que tengamos el pensamiento de Dios y no el del hombre.
Los muertos inicuos
que no habían sido resucitados cuando el Señor dio la voz de mando que llamó a los cuerpos de aquellos
santos que han muerto en Cristo a salir de sus sepulcros más de mil años antes, serán resucitados en
aquel entonces. El hombre puede hablar de una resurrección general en el día postrero, pero ellos no obtienen
esta idea de la Palabra de Dios. Muchas Escrituras enseñan que hay dos resurrecciones, — una para vida y otra
para juicio. Pronto el Señor dará esa voz de mando vivificadora y los cuerpos de los que murieron en la fe serán
resucitados, pero los incrédulos de todas las épocas permanecerán en sus sepulcros hasta el momento del
cual estamos escribiendo, — a saber, después del Milenio y al comienzo del estado eterno.
Los muertos, grandes
y pequeños, van a estar de pie ante Dios en el Gran Trono Blanco para ser juzgados. Ellos van a ser juzgados "según
sus obras” escritas en los libros. El hombre espera que Dios olvide sus malas obras, pero todas ellas están registradas
y la evidencia será presentada en aquel día. El "libro de la vida" estará también allí
para demostrar que sus nombres nunca fueron escritos en él. La evidencia será concluyente y la condenación
de ellos eterna.
"Y el que
no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego". Apocalipsis 20: 11-15. Efectivamente,
el estado eterno de los perdidos es estar en el "lago de fuego". Esto está descrito de varias maneras: “fuego
eterno” (Epístola de Judas versículo 7); “castigo eterno” (Mateo 25: 46); el gusano que no
muere (Marcos 9: 44); la “eterna perdición” (2ª Tesalonicenses 1: 9); “eternamente la oscuridad
de las tinieblas (Epístola de Judas versículo 13); y muchas otras expresiones semejantes. Entonces, ¿por
qué debería el hombre esforzarse por demostrar que su existencia no es eterna cuando Dios dice que lo es? O
bien él pasará la eternidad con Dios en dicha, o será atormentado con el diablo y sus ángeles.
¡Oh, locura
e insensatez del hombre que no quiere recibir la verdad y aceptar la salvación de Dios que le asegura una eternidad
de felicidad en la presencia de Dios! Que el lector se asegure de ser uno de los redimidos que disfrutarán de la vida
eterna en la presencia de Dios. No hay salvación alguna aparte de la aceptación de la obra de Cristo en la cruz.
Uno debe conocer al Señor Jesús como su sustituto personal ante un Dios santo.
Inmediatamente
después de describir el juicio final de los no salvos y su envío al lago de fuego, la Palabra de Dios pasa al
estado eterno de dicha.
"Vi un cielo
nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más".
Apocalipsis 21: 1.
En la 2ª
epístola de Pedro capítulo 3 leemos que nosotros "esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia". (2ª Pedro 3: 13). Anteriormente la epístola dijo que
la tierra actual y los cielos circundantes van a ser desechos y arderán.
De qué
manera o dónde sostendrá Dios a los santos terrenales al final del Milenio, cuando la tierra actual sea desecha,
Él no nos lo ha dicho. Que nos baste saber que Él puede y lo hará. En aquel entonces Él hará
la tierra otra vez, — completamente nueva. De la afirmación de que en aquel entonces “el mar ya no existía
más" parecería que muchos cambios ocurrirán. La mayor parte de la superficie de la tierra está
ahora cubierta de agua, y eso es necesario para la vida tal como ella es en la actualidad, pero en aquel entonces todo será
nuevo. La vida será apta para la nueva condición, con independencia de cuál sea dicha condición.
Se nos dice que
la justicia morará en aquel estado eterno donde el pecado nunca puede entrar. En la actualidad, la justicia solo es
predicada u ofrecida, — nosotros podemos padecer por la justicia ahora. En el Milenio, la justicia reinará y
suprimirá la iniquidad; pero en el cielo nuevo y en la tierra nueva de Dios ella morará. Esa será la
condición estable y permanente. Ningún hálito de pecado contaminará jamás aquella nueva
escena. Entonces se verá el pleno cumplimiento de lo escrito en el evangelio según Juan capítulo 1 versículo
29.
"He aquí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo".
En la actualidad,
nosotros los creyentes sabemos que nuestros pecados han sido quitados. En el Milenio habrá una demostración
adicional del valor de la obra del Cordero de Dios, pero en esa bienaventuranza eterna veremos el pecado completamente quitado
de la creación de Dios.
“¡Oh
profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!"
Apocalipsis, capítulo
21, versículos 1-8 nos presenta la más completa descripción del estado eterno. El apóstol Pablo
sólo se aproxima a ello en su 1ª epístola a los Corintios capítulo 15, versículos 24-28,
donde él habla de todas las cosas estando bajo los pies de Cristo y luego de la entrega por parte de Cristo del reino
que Él gobernó como hombre. Entonces Dios, — Padre, Hijo y Espíritu Santo, — será
todo en todos. Esto coincide con Apocalipsis 21: 3; el tabernáculo de Dios estará con los hombres. No habrá
más naciones divididas ni lenguajes divididos, y Dios mismo estará con los hombres redimidos en aquel estado
eterno.
Cuando Adán
estuvo en inocencia en el huerto en Edén, Dios lo visitó, pero Él no moró con el hombre en aquel
estado. Él morará con los hombres redimidos en el estado eterno.
En aquel día
eterno "ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas
pasaron". ¡Oh, la gloria de aquel estado permanente de bienaventuranza! Ello es verdaderamente digno de Dios.
¿Y qué
sucede con la Iglesia, la esposa de Cristo, en esa eterna bienaventuranza? En la previsualización del estado eterno
ella es vista como la "santa ciudad, la nueva Jerusalén, descendiendo del cielo, desde Dios, preparada como una
novia engalanada para su esposo". (Apocalipsis 21: 2 - VM). Ella todavía tiene su hermosura como en el día
de sus esponsales. Todavía es vista como "una novia". Cuán pronto una novia pierde hoy su hermosura
nupcial; pero oh, hermano creyente, nosotros nunca perderemos dicha hermosura como novia de Cristo. Después de mil
años la Iglesia tendrá todavía la misma hermosura de novia en el cielo. Si nosotros tan sólo asiéramos
un poco más estas cosas en nuestros corazones veríamos muy poca hermosura en todo lo que hay aquí abajo.
Que los pensamientos acerca de Cristo y de Su gloria venidera, y de la nuestra con Él, eleven de tal manera nuestros
pobres corazones por encima de este mundo cansado y el resultado será que viviremos en la atmósfera del cielo.
Paul Wilson
Traducido del
Inglés al Español por: B.R.C.O.- Noviembre 2024.
Otras
versiones de La Biblia usadas en esta traducción:
VM
= Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por Ediciones Bíblicas
- 1166 PERROY, Suiza).