EDIFICACIÓN ESPIRITUAL CRISTIANA EN GRACIA Y VERDAD

DÍA DEL SEÑOR (PAUL WILSON)

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16ª Parte de: TÉRMINOS PROFÉTICOS

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Duración: 10 minutos, 26 segundos

DÍA DEL SEÑOR

 

Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles (" ") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RV60) excepto en los lugares en que además de las comillas dobles ("") se indican otras versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito..

 

Paul Wilson

 

16ª Parte de: TÉRMINOS PROFÉTICOS

 

La palabra "día" es utilizada a menudo en la Escritura para denotar un cierto período de tiempo. En un artículo anterior nosotros consideramos el "día del Señor" y mencionamos que ello se refiere al tiempo cuando el Señor Jesús regresará a la tierra y enmendará todo, y reinará. El mundo está muy enfermo y no hay indicación alguna de cualquier mejora inminente. Contienda, avaricia, hambre y problemas de toda índole acosan al mundo entero. Los cimientos mismos parecen tambalearse. Este es el «día del hombre» y él ha hecho que todo sea un gran desastre. La venida del Señor para llevarse a los Suyos puede tener lugar en cualquier momento. Qué momento tan feliz será este para todos los que son salvos, y qué terrible para los que no son salvos y sean dejados atrás. En aquel entonces las cosas que están perturbando al mundo empeorarán repentinamente, sólo para terminar cuando el Señor Jesús regrese para someter a Sus enemigos y establecer Su gobierno justo en la tierra, — el "día del Señor".

 

El "día del Señor" será un día grande y terrible para esta tierra que rechaza a Cristo. (Véase Joel capítulo 2, versículos 1-11; Malaquías capítulo 4, versículos 1-5; Sofonías capítulo 1, versículos 14-16). Todo el período de Su reinado Milenial está incluido en el término, "el día del Señor". Incluso incluirá el "poco de tiempo", cuando el hombre tiene una última prueba después del Milenio. (Apocalipsis 20: 1-3). Cristo debe reinar hasta que Él suprima a todos los enemigos y ponga todo en sujeción, como leemos en la primera epístola a los Corintios capítulo 15, versículos25 y 26.

 

“Día de Cristo”

 

Existe también la expresión "el día de Cristo", que es anterior al "día del Señor". Se encuentra en la epístola a los Filipenses capítulo 1, versículos 6 y 10; capítulo 2, versículo 16, y esto lo lleva a uno a pensar en la escena celestial en lugar de la terrenal. El apóstol Pablo esperaba el "día de Cristo". Él se gloriaba al ver en los santos filipenses lo que la gracia ya había obrado en ellos, y luego esperaba el momento en que estarían con Cristo, y todo se completaría en ellos.

 

"Siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros… estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo". Filipenses 1: 4, 6.

 

Después de eso él escribe acerca de su deseo de que ellos abunden en conocimiento y discernimiento a para que aprobasen lo mejor a fin de que pudiesen andar sin dar un paso en falso hasta aquel día glorioso, — el "día de Cristo." Leemos, “Y ésta es mi oración: que vuestro amor abunde aun más y más en conocimiento y en todo discernimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles en el día de Cristo”. (Filipenses 1: 9, 10- RVA).   Tal debería ser nuestro deseo también. Es triste decir que nosotros fracasamos y damos pasos en falso, pero si estuviésemos andando cerca del Señor no sería así. Dios ha hecho provisión para nosotros si fracasamos, — leemos,

 

"Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo". (1ª Juan2: 1).

 

Pero la Palabra de Dios no supone que nosotros debamos fracasar. Sólo piense usted en toda la provisión que tenemos para que andemos agradándole a Él; pues nosotros hemos sido salvados y llevados a Dios en perfecta paz; tenemos la Guía de Dios como un perfecto libro de instrucciones; tenemos el Espíritu de Dios morando en nosotros para el poder; y tenemos al Señor Jesucristo como nuestro Gran Sumo Sacerdote para socorrernos cuando somos débiles. Lamentablemente ¡cuán poco aprovechamos los recursos que tenemos en Cristo para andar agradándole! No es que debamos esperar jamás perfección en la carne. Tales ideas son erróneas y sólo tienden a exaltar el yo, — la confianza en la carne. Nosotros no debiésemos tener confianza alguna en la carne, pero ¿acaso no podemos decir que cuando fracasamos fue nuestra culpa y nuestra propia falta de vigilancia? Aquel día bienaventurado, — el día de Cristo, — pronto llegará. Entonces todo será perfecto y la obra comenzada en nosotros será completada, pero procuremos andar agradándole, teniendo en perspectiva aquel día.

 

El Apóstol había trabajado en el evangelio y padecido por él en Filipos (véase libro de los Hechos, capítulo 16) y estos queridos santos filipenses habían sido el fruto de su trabajo. Después de ser salvos ellos se interesaron activamente en el evangelio; ellos habían mostrado la comunión de ellos en el evangelio desde el primer día en que fueron salvos. (Epístola a los Filipenses, capítulo uno versículo 5). Estuvieron dispuestos a compartir sus pruebas y conflictos. Entonces él les escribe para animarlos a andar irreprensiblemente ante los no salvos y para mostrarles la senda de salvación:

 

“Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado”. (Epístola a los Filipenses, capítulo 2 versículos 14-16).

 

Pablo esperaba con ansia el momento en que él y todos los santos estarían con Cristo, — cuando él vería el fruto de su trabajo. El amado Apóstol presentó esto como motivo para que ellos continuaran en fiel testimonio. Aquel será el momento cuando serán manifestados los resultados y el fruto de todo nuestro trabajo. Entonces, nosotros podemos esperar con gozosa expectativa el "día de Cristo". Nuestro trabajo para el Señor no puede ser evaluado correctamente ahora, pero en aquel día venidero de gloria será visto en Su luz. Ciertamente, el "día de Cristo" presenta un pensamiento diferente al "día del Señor", lo cual habla de la subyugación de todo en la tierra a Su justo gobierno.

 

“Día de Dios”

 

El "día de Dios" mira hacia el futuro, al comienzo del estado eterno.

 

"Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia". 2ª epístola de Pedro, capítulo 3 versículos 12 y 13.

 

El "día de Dios" seguirá al "día del Señor". El Señor traerá primeramente todo a sujeción y destruirá a todos los enemigos. El postrer enemigo que será destruido es la muerte. (1ª Corintios 15: 25 y 26). Luego, en aquel estado eterno, Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo morará como Dios con los hombres. A Dios le ha complacido en dispensaciones pasadas revelarse conforme a la necesidad de la época, pero en aquel entonces todos los nombres y revelaciones dispensacionales habrán pasado. Entonces todas las dispensaciones habrán terminado y Dios morará con los hombres.

 

"He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios". Apocalipsis 21: 3.

 

Las "naciones" habrán desaparecido, pues es con los "hombres" con quienes Él morará. La palabra "morar" habla de una condición fija y permanentemente establecida. Se dice también que la justicia morará en esa escena de dicha. Todo rastro de pecado habrá sido eliminado de la creación de Dios y nunca más volverá a entrar en ella. Todo lo que Cristo gobernó como hombre en el "día del Señor" será entregado a Dios para que Dios sea todo en todos, — el día de Dios, el día eterno. (1ª Corintios 15: 27, 28).

 

«Señor, por fe podemos ver en Ti, una perspectiva resplandeciente, infalible,

donde Dios resplandecerá en luz divina, en gloria que nunca se desvanece.»

 

Paul Wilson

 

Traducido del Inglés al Español por: B.R.C.O.- Noviembre 2024.

 

Otras versiones de La Biblia usadas en esta traducción:

RVA = Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial Mundo Hispano).

                        


Título original en inglés:
Prophetic Terms: Day of the Lord, Articles by Paul Wilson
Traducido con permiso
Publicado por:
Bible Truth Publishers

Versión Inglesa
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