ENSEÑANZAS TÍPICAS DEL LIBRO DEL ÉXODO (Edward Dennett)

19.- LA MESA DEL PAN DE LA PROPOSICIÓN (Éxodo 25:23-30)

ÍNDICE DEL CONTENIDO
ÉXODO 1
ÉXODO 2
ÉXODO 3 Y 4
ÉXODO 5 Y 6
ÉXODO 7 - 11
ÉXODO 12
ÉXODO 13
ÉXODO 14
ÉXODO 15:1-21
ÉXODO 15:22-27
ÉXODO 16
ÉXODO 17
ÉXODO 18
ÉXODO 19 y 20
ÉXODO 21 - 23
ÉXODO 24
ÉXODO 25:1-9
ÉXODO 25:10-22
ÉXODO 25:23-30
ÉXODO 25:31-40
ÉXODO 26:1-14
ÉXODO 26:15-30
ÉXODO 26:31-37
ÉXODO 27:1-8
ÉXODO 27:9-19
ÉXODO 28
ÉXODO 29:1-35
ÉXODO 29:38-46
ÉXODO 30:1-10
ÉXODO 30:11-16
ÉXODO 30:17-21
ÉXODO 30:22-38
ÉXODO 31
ÉXODO 32-34
ÉXODO 35-40

 

LA MESA DEL PAN DE LA PROPOSICIÓN

 

 

Éxodo 25: 23-30

 

 

Enseñanzas Típicas del Libro del Éxodo

Edward Dennett

 

 

Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y  han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que, además de las comillas dobles (""), se indican otras versiones, tales como:

 

RVA = Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial Mundo Hispano).

TA = Biblia Torres Amat.

VM = Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).

 

 

El arca, con el propiciatorio y los querubines, era lo único que ocupaba el lugar santísimo. Nada más se podía hallar en la morada inmediata de Dios. Pero pasando desde adentro a través del velo (suponiendo, por un momento, que el tabernáculo ya ha sido erigido) se entra en el lugar santo —la escena del servicio habitual del sacerdote. Había aquí tres enseres —la mesa del pan de la proposición (o pan de la Presencia), el candelabro de oro puro, y el altar del incienso— aunque el último no se describe aún.

 

Tenemos que considerar ahora el primero de estos en el orden, tal como es presentado aquí —la mesa del pan de la proposición.

 

"Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor. Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los harás. Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente." (Éxodo 25: 22-30).

 

La composición de la mesa es la misma que la del arca. Estaba hecha de madera de Sittim (especie de acacia), y cubierta con oro puro (versículos 22-25). El significado, por tanto, será el mismo —la madera de Sittim presentando lo que es humano, y el oro lo que es divino. Se trata, entonces, de Cristo, de Cristo en Sus naturalezas humana y divina combinadas en Su persona única. Esta es, de hecho, la hermosura de todo lo relacionado con el tabernáculo. Es Cristo en todas partes, Cristo en Sí mismo o en alguna de Sus variadas perfecciones y glorias.

 

El pan sobre la mesa. Es en el libro de Levítico donde encontramos los detalles de los panes —"Toma harina fina, y haz con ella doce panes. Cada pan será de dos décimas de efa. Los colocarás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa de oro puro, delante de Jehovah. Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como memorial, una ofrenda quemada a Jehovah. Cada sábado (día de reposo) los colocarás continuamente en orden delante de Jehovah, de parte de los hijos de Israel como pacto perpetuo. Serán para Aarón y para sus hijos, quienes los comerán en un lugar santo, porque es cosa muy sagrada para él, de las ofrendas quemadas para Jehovah. Esto es un estatuto perpetuo." (Levítico 24: 5-9; RVA).

 

(1) Los panes, o tortas, se hacían de harina fina (o flor de harina). Esto señala inmediatamente a la oblación que, de igual manera, se hacía de harina fina, añadiéndole aceite e incienso (véase Levítico 2). No se menciona levadura alguna, mientras que en "los dos panes para ofrenda mecida" (Levítico 23:17) la levadura es especificada expresamente —por la razón obvia de que, en este caso, los panes representan la iglesia, y por tanto, la levadura —emblema del mal— se encuentra en ellos. Pero la harina fina es un tipo de la humanidad de Cristo, y por eso los panes de la preposición no tienen levadura, siendo Él santo, inocente, absolutamente sin pecado.

(2) Los panes (o tortas) se horneaban. Exponen, por tanto, a Cristo como habiendo sido expuesto a la acción del fuego —el juicio de la santidad de Dios por el cual Él fue escudriñado y probado cuando estuvo en la cruz, y se halló que respondió, y respondió perfectamente, su demanda misma.

(3) La cantidad era de doce panes —seis en cada hilera. De igual manera, sobre los hombros del sumo sacerdote, estaban los nombres de seis tribus en una de ellas, y los nombres de seis tribus en la otra. Los panes señalan, igualmente, a las doce tribus de Israel. El número doce significa perfección administrativa de gobierno en el hombre, y de este modo hubo doce tribus, doce apóstoles, doce puertas, y doce cimientos en la santa ciudad, la nueva Jerusalén (Apocalipsis 21: 9-27). (Véase como ilustración de este significado, Mateo 19:28). Se puede tomar los doce panes como representando a Israel en sus doce tribus; y esto nos dará, en relación con la significancia del número doce, a Dios revelado en Cristo en asociación con Israel (ya que Cristo fue del linaje de David, y heredero de su trono – Lucas 1:32) en perfección de gobierno. Esto se mostrará según las predicciones de los profetas (por ejemplo, Salmo 72) en el milenio. Pero los panes estaban sobre la mesa, y por eso, por otra parte, Israel es visto en asociación con Cristo delante de Dios.

(4) Se debería tomar nota de otra cosa. "Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová." (Levítico 24:7). El incienso tipifica la dulce fragancia de Cristo para Dios. Observen, por tanto, que Israel en sus doce tribus es presentada siempre delante de Dios, cubierta con toda la fragancia de Cristo, y mantenido allí a través de toda la noche de su incredulidad en virtud de lo que Él es, y de lo que Él ha hecho —la promesa cierta de su futura restauración y bendición. De ahí que los panes (o tortas) debían ser colocados "continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo." (Levítico 24:8). Puede ser que ellos sean incrédulos, como lo han sido, pero Dios no se puede negar a Sí mismo; Él permanece fiel, y como consecuencia, aunque ellos han sido esparcidos a través de todo el mundo debido a su incredulidad, Él, no obstante, realiza Sus consejos de misericordia y verdad, y los junta de los cuatro confines de la tierra, y los reinstala en su tierra en plenitud de bendición —bendición que será establecida y asegurada en Él, el cual es simbolizado por la mesa de los panes de la proposición (o, de la Presencia).

 

Se puede obtener una ilustración de esto a partir de la moldura (o borde) de la mesa: "Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor." (Éxodo 25:25). Es muy claro que el objeto de esta moldura era mantener los panes en su posición; y si se toma la cornisa de oro ornamental como un emblema de la gloria divina de Cristo, la lección enseñada será que Israel está asegurado en su posición a través de Cristo delante de Dios por todo lo que Él es como siendo divino; no, aún más, que Su gloria divina está involucrada en mantenerlos en ella, así como en preservarles para toda la bendición que Él mismo ha asegurado, y en la que ellos, por tanto, entrarán ciertamente un día. Pero hay más que la posición de Israel en este símbolo. Abarca, en principio, la posición de cada creyente. Allí, en el lugar santo, siempre ante los ojos de Dios, cubierto con la grata fragancia del incienso, el creyente es visto en Cristo. Es, en efecto, la presentación perfecta del creyente a Dios. En otras palabras, se trata de nuestra aceptación en el Amado.

 

Podemos considerar ahora el pan como comida para los sacerdotes. "Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo." (Levítico 24:9). Comer indica identificación y comunión con la cosa que se come. Esto es sacado a la luz expresamente por el apóstol Pablo en su enseñanza concerniente a la mesa del Señor. "El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?" (1ª. Corintios 10:16). "Porque todos los que participamos del mismo pan, bien que muchos, venimos a ser un solo pan, un solo cuerpo." (1ª. Corintios 10:17 – TA). Lo mismo sucedía con los sacerdotes. Por ejemplo, ellos también comían de la ofrenda por el pecado en ciertos casos (Levítico 6:26), con lo cual se identificaban con ella. Comer pan de la proposición es, por tanto, un símbolo del hecho de que Cristo, como el Sacerdote, se identifica siempre con Israel delante de Dios. Se observará que se debía comer solamente en el lugar santo. Se trata, entonces, de Cristo en comunión con los pensamientos de Dios, identificándose Él mismo con las doce tribus en el ejercicio de Su sacerdocio. Esto trae ante nosotros un aspecto muy bienaventurado de verdad. Todos admiten que Él es el Sumo Sacerdote de esta dispensación (época); pero no se tiene suficientemente en mente que, no obstante la incredulidad de Israel, Él se identifica a Sí mismo con ellos delante de Dios en Su cargo sacerdotal, y que saldrá del Lugar Santísimo, en el que ha entrado como Melquisedec, y será un Sacerdote sobre Su trono sobre un pueblo dispuesto. "Enviará Jehová desde Sión la vara de tu poder; ¡domina tú en medio de tus enemigos! Tu pueblo se presentará como ofrendas voluntarias en el día de tu poder, ataviados con los adornos de la santidad: como el rocío que cae del seno del alba, así te será tu valiente juventud. Juró Jehová, y no se arrepentirá: ¡Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec!" (Salmo 110: 2-4; VM).

 

Tenemos, a continuación, la provisión para el traslado. "Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa." (Éxodo 25: 26-28). Los hijos de Israel eran peregrinos en el desierto, y por eso el tabernáculo y todos sus enseres se hicieron para ellos en este carácter, y los acompañaban en todas sus andanzas. Cristo está siempre con Su pueblo; y los anillos y varas, igualmente con la mesa misma, compuestos de oro y de madera de Sittim (especie de acacia), señalaban a Él como el Dios-hombre. Pero los detalles para el transporte de la mesa, cuando había que ponerse en marcha, se dan en el libro de Números. "Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y pondrán sobre ella las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar; y el pan continuo estará sobre ella. Y extenderán sobre ella un paño carmesí, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones; y le pondrán sus varas." (Números 4: 7, 8). Se observará que la cubierta interior es un paño de azul —símbolo de lo que es celestial; luego, un paño carmesí —siendo el carmesí un emblema de la gloria humana o de la realeza Judía; y en el exterior venía la cubierta de pieles de tejones —un tipo de protección del mal como una consecuencia de la santa vigilancia. Con respecto al todo, a saber, la mesa con sus panes de la proposición como Cristo en asociación con Israel, a ser exhibido en perfección de gobierno administrativo, el significado de este arreglo será evidente. El paño de azul estaba inmediatamente sobre el oro; es decir, el carácter celestial de Cristo estaba en asociación íntima con lo que Él era como divino. El carmesí venía después —realeza, o gloria humana, porque en el desierto no había llegado aún el tiempo para su manifestación. Eso estará relacionado con el reino a Su venida. Las pieles de tejones están, por tanto, en el exterior, como ocultando Su gloria humana o real, y como expresando esa vigilancia santa que Le guardó, en todo aspecto, mientras estaba en las circunstancias del páramo.

 

Todos los utensilios relacionados con la mesa estaban hechos de oro (Éxodo 25:9), todos significativos de lo que era divino, como correspondía al servicio de Uno que era realmente Dios manifestado en carne, y que será confesado en el día futuro de la bendición de Israel como su Señor y su Dios. Se verá así, que cada detalle, así como la mesa completa, habla de Cristo. ¡Que puedan nuestros ojos estar abiertos para percibir cada aspecto de Su persona y obra como nos las presenta el Espíritu de Dios!

 

Edward Dennett

 

Traducido del Inglés por: B.R.C.O. – Noviembre 2012.-

Título original en inglés:
TYPICAL TEACHINGS OF EXODUS - The Table of Showbread (Exodus 25: 23-30) , by Edward Dennett
Traducido con permiso

Versión Inglesa
Versión Inglesa

ir a la página principal de COMENTARIOS DE LOS LIBROS DE LA SANTA BIBLIA

ir a la página principal de EDIFICACIÓN ESPIRITUAL CRISTIANA EN GRACIA Y VERDAD